TVE (ya saben, «la de todos»)

El PSOE, Podemos y ECR pueden, como los separatistas con la TV3 catalana, hacerse autobombo en todas las cadenas privadas de TV que quieran (‘agradeciéndoselo’ también como quieran). Pero resulta que TVE es pública, es decir, está pagada por los contribuyentes que no deben estar viendo y oyendo un día sí y otro también lo que dicen los diversos Franganillos como mandados de los Enrics y Rosa M. Mateo. Ahora tenemos una ola de desinformaciones y alabanzas de los ministros con motivo de su toma de posesión, a la vez que, casualmente, se publican encuestas de dudosa procedencia y validez (así calificadas en base al amparo de la libertad de expresión que algunos defienden, aunque, claro, solo para ellos, no para los demás) para confundir y engañar más al personal, a la vez que en actitud muy progre se prohíbe a los periodistas hacer preguntas a los ministros y a Sánchez, no sea que, entre otras cosas, a Iglesias y su señora esposa les dé un patatús y rompan a lloriquear.

Juan Fernández Sánchez. Málaga

El féretro andaluz

La Junta de Andalucía pone al frente de las políticas de salud sexual y reproductividad a un alto cargo del Obispado. Quiere decir esto que esas políticas serán baremadas y vigiladas desde el absoluto desconocimiento empírico y desde chirriantes argumentos de ultratumba. La Junta tiene preparado el féretro. Ahora necesitan un cadáver. No lo duden. Será el progreso.

Francisco García Castro. Estepona