En el ecuador del primer mes de este impredecible horizonte 2020, tras los recientes nombramientos de los veintidós ministros del nuevo gobierno, el cual en tan solo una jornada ya ha generado su primera gran controversia con la propuesta de designar a la exministra de Justicia como fiscal general del Estado, suscitando con ello un artificio estratégico desconocido hasta ahora en la historia democrática de este país y esbozado como una trama que nos lleva a pensar en 'El Infiltrado', una de las reconocidas novelas de John Le Carré. Frente a tanta perplejidad, Málaga comienza a atildarse de cine con muestras y exposiciones ante la cercana gala de los Premios Goya el 25 de enero.

La música y el cine invariablemente han mantenido más que una estrecha relación, el celuloide no puede coexistir sin ella. Desde los incipientes filmes, en las que las melodías se constituían en el único recurso sonoro utilizado para intensificar el significado interpretativo de los actores, hasta la actualidad, donde las producción musical se erige como obra esencial dentro del proyecto cinematográfico.

La música es uno de los pilares de la calidad educativa desde la antigüedad. Hoy se cumplen 140 años de la fundación del Real Conservatorio María Cristina, auspiciado por el egregio músico de Benamocarra Eduardo Ocón y Rivas, ubicado en el antiguo convento franciscano de San Luis el Real, en la plaza de San Francisco; en 1971 se trasladó a su enclave actual en El Ejido. Todo un referente para la urbe a nivel nacional e internacional, el Conservatorio Superior de Música de Málaga, tras este vasto recorrido, ha contribuido de forma determinante, gracias a su trabajo académico, a la materialidad cultural de la ciudad. Donde las palabras fallan, la música habla, me susurra en la plaza de la Marina Hans Christian Andersen. Felicidades. A continuar.