Podríamos tal vez ver en el viento Sur de las costas cantábricas, con temperaturas de verano bajo cielo encapotado en pleno mes de enero (anteayer), una anticipación breve del cambio climático. El desconcierto que provoca en la gente da la medida del fenómeno, conocido en regiones alpinas (donde llega a ser atenuante criminal) como efecto foehn. La sensación es una especie de paz combinada con una fondo de hastío, cierta clarividencia, una mezcla de entusiasmo y malhumor, alguna pérdida del sentido del orden, que a veces lleva a cruzar la calle por donde no se debe, o a cambiar de dirección de forma imprevista. Los que conocen su existencia disfrutan contemplando los cambios en la gente, perao no saben si es su propia percepción la que cambia y les hace ver otra cosa. Asi que imaginar que el cambio climático solo hará subir la temperatura es ponerse en lo mejor. Lo peor está por saber.