¿Nikola Mirotic? El Barcelona es uno de los grandes favoritos pero necesitará a un gran Mirotic para ganar. Su cuadro es muy difícil y más allá de las aportaciones de Davies, Higgins y de un enrachado Pierre Oriola, el titulo pasa por las manos del montenegrino. Nikola se enfrenta primero a los «taronja», ante los que ha vivido su mejor partido en la ACB con 33 puntos y 43 de valoración y después una hipotética semifinal especial ante Bilbao o Mega-Super-Especial ante el Real Madrid. Los blaugranas llegan con una racha de 9 victorias algo que no gusta a los amantes de la estadística que dicen que es mejor llegar a una gran competición con una derrota cercana.

¿Bojan Dubljevic? El posible título valenciano está en manos de otro montenegrino. Es el líder que nunca falla. Valencia necesitará tirar, y mucho, de la cultura del esfuerzo para superar esta ronda y levantar el título. Necesitará a Quino Colom y Fernando San Emeterio a su mejor nivel y a Joan Sastre al nivel que le llevó a la selección. Un equipo que puede ganar a Fenerbahce y Panathinaikos puede ganar a cualquiera.

¿Sergio Llull? No llega en un gran momento de forma, pero sin una gran aportación suya será muy complicado que el Madrid pueda ganar. El Bilbao puede parecer un trámite en el camino para medirse al Barcelona en las semifinales, pero ¡cuidado! El equipo llega en un buen momento con Campazzo liderando, Randolph motivado, Tavares en sus números, Deck destacando y Rudy, Reyes, Carroll€ pero sin una gran aportación del mallorquín será casi imposible.

¿Ondrej Balvin? El mejor jugador de Bilbao es un Alex Mumbrú que desde el banquillo ha cogido a un equipo recién descendido en LEB Oro en su debut en los banquillos, lo ha subido a la ACB y lo ha convertido en la revelación de la temporada, con permiso del Zaragoza. En la cancha más allá de las aportaciones de Rafa Martínez, Rousselle, Bouteille o Ben Lammers, la clave de este equipo nació en la República Checa. Nadie esperaba verlos en Málaga y tiene de largo el peor calendario posible.

¿Giorgi Shermadini? El georgiano es el hombre sobre el que gravita el juego y el éxito chicharrero. No es pensable una victoria aurinegra sin su participación. Llega a una de las pocas pistas donde no ha podido brillar, el Carpena, y lo hace con ganas de reivindicarse al igual que Dani Díez y Sasu Salin. La aportación de Marcelinho Huertas o del recién llegado Aaron White será también vital.

¿Clevin Hannah? El equipo del Principado llega a la Copa después de la decepción de quedarse fuera del Top 8 de la Eurocup. Una buena oportunidad para reivindicarse como equipo, y a nivel individual para los «Dejan», Todorovic y Musli ante un público malagueño que nunca quiso que dejaran el equipo verde. En el lado «amable» del cuadro y con la recuperación de Moussa Diagne el equipo de Ibón Navarro tiene sus opciones y la mayoría de ellas pasan por Hannah.

¿Dylan Ennis? Al igual que en Bilbao, el mejor jugador de Zaragoza es su entrenador Porfi Fisac. El segoviano está dando, una vez más, un clínic semanal desde el banquillo del equipo maño. Zaragoza llegaba embalado a esta competición con una racha de 7 victorias pero cayó con estrepito en Manresa hace unos días. La situación ideal que dicen los expertos para afrontar una fase final. Además juegan en una pista amiga. De los últimos 9 partidos en el Carpena han ganado 7. Entre ellos los cuartos de final de la Copa de 2014, aquel partido donde Plaza marginó a Kuzminskas.

¿Alberto Díaz? El Unicaja llega bien a la Copa, aunque con todas las estadísticas en contra, pero la frescura ofensiva demostrada en los últimos partidos por Jaime Fernández, Deon Thompson y Darío Brizuela unidos a la gran defensa del equipo de Luis Casimiro prenden el optimismo en la hinchada verde. Lo que sí parece claro es que, como ya ocurrió en el último título verde la Eurocup, nada de eso llegará a buen puerto sin el corazón y el alma de Alberto Díaz. El malagueño es un talismán, un catalizador del juego del equipo y un rescatador en los momentos difíciles.

La Copa es una gran fiesta que siempre nos deja algo. Lo más positivo es la demostración de que 8 aficiones pueden vivir mezcladas en una ciudad disfrutando de su pasión y animando a sus colores sin incidentes. Además la Copa de 2001 en Málaga nos dejó la eclosión de Pau Gasol con 25 puntos y 39 de valoración en la final ante el Madrid. En 2007, Málaga vivió un arranque demoledor del Barça en la final ante el Madrid (5-21) y a un Jordi Trías como MVP. En 2014 una canasta ganadora de Llull dio el triunfo a los blancos sobre el Barça en el último suspiro. Y en 2020€ bueno, es un libro sin escribir que seguro tendrá momentos que recordaremos durante años. Suerte.