Pedro Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín, hijo del buen presidente Leopoldo Calvo-Sotelo y sobrino de Fernando Morán, hablando de los últimos tiempos de su tío me cuenta lo que ahora cuento al lector. Pedro lo visita en la residencia en que Fernando se alojaba junto a su esposa Mari Luz, y hojeando con él un libro en el que aparece su retrato en el Palacio de Santa Cruz le pregunta qué le parece. Incapaz de responder sin matices (como buen ensayista) le dice esto: «Es un cuadro interpretativo. Me pinta como un intelectual no decadente, pero susceptible de». Me lo imagino mirando a su sobrino de medio lado y con media sonrisa (nada en exceso), coqueto de su propio talento interpretativo al desvelar la interpretación del retratista y de su propio arte para dejar colgada del aire la última nota (igual que hace el mirlo, como dando a entender que el modo en que acaba todo ya es sabido).