El brote de coronavirus, que ha tenido como epicentro la ciudad china de Wuhan, tiene dimensiones informativas, sanitarias, económicas y políticas.

Desde el punto de vista informativo es necesario que los medios hagan autocrítica y no colaboren en extender un pánico infundado. El miedo, por otra parte, en estos tiempos de noticias falsas, hace recurrir a mitos y rumores.

Sanitariamente el desarrollo de una vacuna necesita, ya nos lo están diciendo, meses. Nos encontramos ante el fenómeno, cada vez más frecuente, de virus que se transmiten a humanos desde animales, aunque eso tampoco está tan claro. La herramienta para combatir la amenaza es el conocimiento científico compartido. En el campo económico hemos visto como se han desplomado los mercados del gigante asiático y últimamente la bolsas. Las autoridades chinas han reaccionado con una inyección de liquidez, solución que puede ayudar a resolver un problema puntual pero que no puede sustentar la respuesta a medio y largo plazo.

Xus D Madrid

Málaga