Después de que China contuvo la enfermedad, los casos de coronavirus se dispararon en el resto del mundo. A día de hoy esto se debe principalmente a Italia, Irán, España y Corea del Sur. Hay además decenas de países que presentan índices de crecimiento exponencial. La mayoría son occidentales, como Francia, Alemania, Bélgica, Suiza, Holanda o Noruega. Si se mantuviese esa tasa de crecimiento el número total de casos en Europa se dispararía. Para evitarlo debemos analizar lo que han hecho aquellos países que han pasado ya por ello, como China o los del este asiático con experiencia en el virus SARS (Síndrome Respiratorio Agudo). Un cálculo sobre la letalidad del virus a la luz de los datos que conocemos nos permite concluir que los países que han estado preparados tuvieron una tasa de letalidad del virus del 0,5% aproximadamente (Corea del Sur) o del 0,9% (China). En cambio, los países que acaben abrumados tendrán una tasa de letalidad de entre el 3 y el 5%. Dicho de otra manera, los países que actúan rápidamente pueden reducir el número de muertes a una décima parte. Además, actuar rápido también reduce mucho los casos; por eso es la solución más evidente. China, donde surgió la enfermedad, fue drástica.