Se decidieron a salir después de darle muchas vueltas a la idea, si les paraban, estaba claro, se dirigían al hospital, que ella se sentía mal, que lo comprobasen. Él había vuelto a casa después de un par de noches con su madre, que lo agradeció extrañada -entre la justicia y mi madre, prefiero a mi madre, había dicho su hijo, recordando a Camus-. El virus no podía ser, también, el causante de su separación matrimonial, y lo mismo había entendido su mujer. Ponerse de acuerdo una pareja es tan difícil como ponerse de acuerdo España con ella misma, se rio abrazándola.

Querían disfrutar de la ciudad después de varios días de aislamiento, y también con su hija, sentada en el asiento trasero y que se estaba portando requetebién. Tenían muchas ganas de compartir opiniones, pero el firme propósito de no chocar.

-Estoy descubriendo muchas cosas -comentó ella mientras arrancó el coche-, que se puede vivir sin fútbol, por ejemplo, y ya veremos sin Semana Santa.

-Lo que sube es el consumo de porno, y el feminismo extremo ha sufrido daños después del domingo de marras.

-Las redes sociales chupan todavía más tiempo de sus víctimas, y es que hay quienes tienen que demostrar que están ahí para ser alguien. Todos hablan y nadie escucha.

-Lo importante es que ahora sabemos que cualquier cosa es posible, y es que lo que pasa no era siquiera imaginable. Así que, a partir de ahora, hay que dejarle más espacio a la imaginación. Y el doctor cum fraude, también contagiado, pero de irresponsabilidad -ahora pasaban por el impoluto Michael Jackson en la Avenida de Andalucía-.

-No me provoques, que a Married parece que se lo ha tragado la tierra.

-Pero me reconocerás que hace falta un presidente del Gobierno de España...

-De eso no cabe ninguna duda. Pedirle a los empresarios en su comparecencia del martes que no despidan a los trabajadores..., si no se les puede mantener pues no hay otro remedio, desgraciadamente.

-Por cierto, ¿por qué los empleados tienen que poner su ordenador personal a disposición de la empresa para trabajar desde casa?, ¿por qué no se los ha facilitado antes la empresa?

-Pero no te quedes en eso, lo del sábado pasado en el Consejo de Ministros fue épico, el marqués de Galapagar queriendo nacionalizar las eléctricas y controlar los medios de comunicación.

-Como buen marxista está por encima del Derecho.

-Son niños que juegan con fuego. Los fachas tenían a Pinochet, él tiene al suyo, Maduro -el Campus de Teatinos estaba desierto y ahora daban la vuelta en dirección al Paseo Marítimo Antonio Machado, que asomaba sin ciclistas ni runners, despejado de vida-.

Él pensaba que los narcos estaban haciendo su agosto ya que había bajado la presión de la Guardia Civil al destinar buena parte de sus efectivos al enemigo número uno, el virus. Una vez había oído: en Marruecos hay droga, en Europa clientes, luego hay dinero que ganar. Se acordó entonces de los tiroteos de la noche anterior en la Trinidad y La Palmilla, la lucha de clanes no se paraba por ningún virus. Business is business.

-Menos mal que el coronavirus no lo ha provocado el cambio climático sino la propia naturaleza, te imaginas la tabarra que nos darían...

-¿Y qué queda por suceder?

-Creo que hay cosas que han ocurrido pero que todavía no han pasado. Quiero decir que hay cosas que ocurren y que no las vemos, o las vemos después.

-Y lo del comunicado de la Casa Real sobre el emérito el domingo, con nocturnidad, es que vamos...

-Pues no te digo nada de Bergoglio, que ¡cómo no!, tenía que dar la nota y el miércoles se salta el protocolo sanitario, cual Iglesias, y le da la mano a sus colaboradores en la biblioteca del Palacio Apostólico.

Llegaron a El Palo y las olas rompían con fuerza en los diques, saltando por encima como la palma de una mano extendida. Bajaron del coche y los tres, abrazados y abofeteándoles el levante, se quedaron mirando fijos el mar embravecido. En sus 'Coplas', Jorge Manrique lo explicaba así:

Este mundo es el caminopara el otro, qu´es morada sin pesar;mas cumple tener buen tinopara andar esta jornadasin errar.Partimos cuando nascemos.Andamos mientras vivimos,e llegamosal tiempo que fenecemos;assí que cuando morimos,descansamos.