El vecino

Salgo a tomar algo de aire a la azotea comunitaria que está en mi planta. Enciendo un cigarro, y miro al mar. Sube alguien. Saludos cordiales como de costumbre, y distancia nueva como de decreto. Me informa de la muerte del taxista del bloque cuatro. Infarto de miocardio. No consigo digerirlo. Hombre joven y con arraigo en la comunidad. Sucedió haces unos días. Nada se supo. Nadie se enteró. Nadie pudo ir a acompañarlo. Como dice un verso del chileno Vicente Huidobro: la muerte llorando al muerto. D. E. P.

Está ocurriendo.

Francisco García CastroEstepona