Por lo visto le van a preguntar a todo el mundo si quiere unos Pactos de la Moncloa, como si fuera un kit de protección, o un escapulario con la imagen del Corazón de Jesús. Mejor empezar de otra manera para tomárselo de veras en serio, porque unos grandes pactos los va a haber sí o sí, pero no habrá parecido con los de 1977, salvo en su casi completa transversalidad. Siendo esto así, lo adecuado sería que empezaran a hablar los Pablos, o sea, Iglesias y Casado, porque si no están los dos no habrá pactos que funcionen. Podría ser un primer encuentro casual, en el que se hicieran unas bromas y unas risas, alguien lo graba con el móvil como si fueran imágenes robadas y a las redes con ellas para preparar el terreno en las parroquias respectivas. Flirteo sin mascarillas por lo de las sonrisas, pero con distancia de seguridad (que no les costaría nada, incluso ampliada). El caso es empezar.