Un saludo más sano

Algunas pandemias han servido para implantar mejores medidas sanitarias. Esperemos que también ésta, ahora que conocemos mucho mejor el origen de muchas enfermedades y cómo podemos una epidemia anual, la gripe; aunque no sabemos aún cómo evolucionará la del coronavirus.

Entre otras iniciativas, se ha sugerido, por su transcendencia, la de cambiar nuestro gesto al saludar. Nada más chocante que chocar las manos para desear salud (eso significa saludar) con un acto con el que se está intercambiando con firmeza los 3.000 microbios del más diverso origen que cada cual lleva en la suya. La inclinación oriental no sólo es sana, sino que puede comenzar desde lejos y permite no perder el contacto visual entre las caras, que es lo fundamental para expresar los sentimientos.

También es muy saludable la costumbre oriental de ofrecer al visitante una toalla caliente húmeda (o el invitarle a pasar al aseo) para lavar las manos. Como el ofrecer, junto a la entrada de la casa, un calzado cómodo e higiénico, como ya hacen en algunos países nórdicos europeos. La salud propia y ajena mejoraría con estos pequeños gestos de desear salud, saludar con estos hechos destinados a mejorar la de todos.

Martín Sagrera. Málaga