La Guardia Civil puede errar en sus investigaciones. A veces, por otra parte, en lugar de reflejar puros hechos los enhebra en un relato un tanto aventurado o usa un estilo aseverativo al manejar meras hipótesis. Ahora bien, lo que en general no puede cuestionarse hoy por hoy es la objetividad desde la que opera, su celo profesional, fiabilidad básica y entrega al interés general. ¿Vale el tópico de decir que es nuestro FBI? El caso es que se trata de un magnífico cuerpo de seguridad, lo que hace falta es que se supere y para ello conviene que en su trabajo no sufra interferencias del poder político, al que toca sobre todo señalar misiones, mejorar la estructura, darle medios y exigir resultados. Una pieza principal de todo sistema democrático es que el poder tenga quién lo investigue y un factor decisivo de la fe de la gente en el sistema es que quien lo hace sea creíble.