Hay indudable afán literario en el preámbulo del Decreto declarando luto nacional de 10 días y eso siempre es meritorio. Se trata de una secuencia a partir del dignum et iustum est («es justo y necesario», en el rito actual) del prefacio que en la misa antecede al Sanctus, solo que expandida en cinco adjetivos: bueno, digno, justo, necesario y proporcionado. Pero el desarrollo del último tiene su riesgo: «... es proporcionado expresar el convencimiento de que la valoración de los cuidados en las decisiones públicas es la apuesta más fecunda por el futuro», reza el texto. Se trata de una frase enigmática. ¿Consiste la apuesta por el futuro en dar valor a las decisiones públicas o en valorar a fondo si fueron o no fueron cuidadosas? La segunda hipótesis tiene peligro. Ahora bien, como el estilo no es ni de lejos de atestado debe descartarse la mano de un infiltrado de la Guardia Civil.