Les revelo mi turbación cuando contemplo una campaña publicitaria emitida actualmente por televisión en la cual una empresa de créditos 'on line' centra su mensaje en la falta de rédito en el conocimiento de los reyes godos y por ende de nuestra propia Historia. Artimaña urdida por una agencia - con el compromiso social que deben mantener éstas ya que sus comunicaciones masivas transcienden a la gran mayoría del público, sea objetivo o no-, demostrando una insensatez, desacierto e irresponsabilidad manifiesta.

Sisebuto es uno de los monarcas enumerados en este enojoso reclamo y -aviso a navegantes - una de las personalidades más sugestivas y mejor conocidas en el extenso directorio de soberanos godos. Fue el más culto y sensible; su formación literaria tanto sacra como profana parecen ajenas a un gobernante occidental del siglo VII, encuadrado en el denominado 'Renacimiento isidoriano'. Mantuvo un estrecho vínculo con el erudito polímata San Isidoro de Sevilla y protegió los estudios de la España de la época.

Asimismo, evidenció una alta capacidad en otras tareas de su regencia. Sitió la plaza de Ceuta en poder de los bizantinos; en el año 619, tras el asalto de Cartagena, tomó Málaga, una de las importantes ciudades de la provincia bizantina de Spania. Gracias a él, Malaca volvió a integrarse en la provincia eclesiástica de la Bética, recuperando los antiguos límites jurisdiccionales y su importancia como un gran enclave económico y estratégico.

Señores creativos de este spot publicitario, si le preguntaran a Cervantes, éste les advertiría: «La Historia es émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir». El estudio de la Historia ayuda entender a las personas y a la sociedad; a argüir el mundo en que vivimos. No traten de dar un cero interés a la memoria, esencial para comprender la condición humana.