El grupo de Ciudadanos en la Diputación está indignado con el hecho de que a su tránsfuga, Juan Cassá, lo hayan hecho miembro del equipo de Gobierno. Pero es una indignación de chichinabo, una indignación de uy, mira, que cosa más fea. Un enfado, si acaso. Indignaditos. La indignación sería romper, pero romper es dejar cargos y quedarse sin canonjías ni poder. El PP por su parte ha pasado de pavonearse de la gran operación que anula una moción de censura (adquirir a Cassá) a un estado de nervios importante por no saber qué va a hacer el alcalde De la Torre, que seguramente lo que está haciendo es dar motivos a más de uno para presentarle una moción de censura. El alcalde está más ocupado que nunca pero ahora no publica su agenda. Al PP le da vergüenza que sus iniciativas las defienda Cassá, por eso se puso nervioso en el pleno el otro día el presidente, Francis Salado, temeroso de molestar, cuando Cassá en el turno de palabra alababa y hacía suyo el Plan Málaga ese de reactivación.

-Señor Cassá, vaya terminando.

-Es que el Plan es tan bueno que no me da tiempo a resumirlo.

Es de vergüenza, más que ajena, aneja, vieja, de la (poca) vergüenza de toda la vida.

Arrimadas ha sido informada de todo esto y aunque un imparcial observador podría colegir que el asunto le toca un pie o le importa un comino verde, sí es cierto que el domingo da el primer mitin de su vida junto a Pablo Casado, en Guernika, en el contexto de la campaña electoral vasca. Por eso le viene muy mal hacer públicas las desavenencias entre las dos formaciones. Otra cosa es lo que pase tras los comicios, que son el día 12. El PP desearía que todo esto pasara pronto. Esta frase podría aplicarse a muchos asuntos relacionados con ese partido y podría leerse en casi cualquier época. Y una vez que pase, tal vez Cassá se sienta a gusto en ese partido, prospere (bueno, económicamente ya es complicado) y se convierta en un ideólogo del mismo, que tampoco andan sobradas las formaciones de estrategas a los que les salgan tan bien las jugadas. La vida es de los Cassá mientras los Maquiavelos se empeñan en seguir haciendo planes.

La cosa también está en ver qué resultados están teniendo las presiones a De la Torre para que le dé algo más a Cassá. Con lo fácil que habría sido darle un momio tipo Acosol de esos, una Mancomunidad, una covachuela. Un chiringo de esos que el PP tiene a decenas en la Junta.