La idea de nueva normalidad nos despierta tristeza, negación, enfado, esperanza… No queda otra que adaptarse a una realidad que cambia día a día, cuando aún no sabemos las consecuencias de esta pandemia en las personas, más aún en los menores. Algunos niños y niñas en situación de vulnerabilidad han vivido el confinamiento en un entorno impredecible, inseguro y estresante en el mejor de los casos; otros han estado más expuestos a la violencia en el ámbito familiar, precariedad social y aislamiento. Por ello, es imprescindible actuar con responsabilidad. Tanto padres y madres como profesorado, entidades públicas y sociales debemos actuar para proporcionar a los y las menores salud socioemocional y bienestar en esta nueva etapa.

Desde la Asociación Arrabal-AID, que desarrolla el Programa Caixa Proinfancia de Fundación ‘la Caixa’ cuya finalidad es romper el círculo de pobreza en entornos vulnerables, hemos acompañado a los menores en todo este proceso, estableciendo alianzas y generando sinergias entre organizaciones, para dar cobertura a las necesidades y desafíos sociales y educativos que las familias han presentado durante todo el período de crisis sanitaria. Se ha intervenido principalmente desde la acción social, ofreciendo información sobre recursos y gestionando todo tipo de ayudas para conseguir que niños y niñas no sufrieran la brecha social en sus necesidades primarias. El profesorado del programa ha ofrecido acompañamiento diario para mantener la motivación y hábitos en los estudios, coordinándose tanto con padres y madres como con docentes y equipo directivo de varios centros educativos; además, desde el servicio de Logopedia y Psicología se ha continuado con las terapias y se han atendido nuevas demandas para no frenar la evolución de los menores en el trabajo que ya se venía realizando.

Este seguimiento de las familias en estos meses ha convertido en imprescindible la realización de las Colonias Urbanas como cada verano, pues precisamente este año son más importantes aún. Importantes para que los menores vuelvan a adquirir de manera presencial los hábitos de estudios y a tener la oportunidad de sociabilizar con sus iguales, jugando y disfrutando de un entorno seguro y afectivo. Se ha trabajado mucho en protocolos de prevención, en medidas higiénicas y de seguridad para que las Colonias Urbanas sean una realidad, y por tanto se ha dado a los menores la oportunidad de conocer cómo podría ser la vuelta al colegio en esta situación, una experiencia que favorecerá su adaptación a la nueva normalidad. Todo nuestro equipo es muy consciente de la importancia que tienen las Colonias Urbanas como primera experiencia de los menores tras el confinamiento, ya que nuestro comportamiento, lo que transmitimos, y las nuevas experiencias que vivamos con ellos va a seguir sumando en su bienestar.

Por otra parte, las colonias de verano ofrecen la oportunidad de conciliación permitiendo que muchas familias puedan retomar su actividad económica, ya que muchas no cuentan con red de apoyo familiar o expondrían a sus familiares población de riesgo. Somos una gran familia, que da lo mejor de sí misma día a día y que protege a los menores ante posibles situaciones de riesgo a las que puedan estar expuestos debido a su situación de vulnerabilidad acentuada en estos momentos. Esta actividad responder a una planificación en continua adaptación a la nueva realidad, por ello, ante todo nuestro lema es, por encima de todo, salud y bienestar.

*Ramos Mena es psicóloga CaixaProinfancia en la Asociación Arrabal-AID