Palabras de Juan Ramón Ralló a las que yo me suscribo: «Podemos lleva en su ADN ideológico, el ataque contra todos aquellos periodistas que divulguen información que atenta contra sus intereses electorales contra su capacidad para mantenerse en el poder y para ejercer el poder del Estado. Para Podemos, el Estado como emanación de la voluntad del pueblo, ha de tener una soberanía absoluta sobre la sociedad: aquello que quiera la gente, debe imponerse sobre toda la comunidad sin ningún tipo de limitación. Muchas veces el ejecutivo tiene el poder militar bajo su control. De ahí que, a la hora de la verdad, no solo sea necesario dividir internamente los poderes del Estado para controlar el riesgo de que abuse de su poder, sino de establecer una serie de contrapoderes sociales que constriñan de facto la acción del éste. ¿Y cuáles son estos posibles contrapoderes?: la familia, la religión, las universidades, las ideologías, la prensa... Por lo tanto, si la prensa libre no sigue los dictados del poder, será vista como potencial enemigo por partidos políticos como Podemos». En mi opinión, esta forma de pervertir la verdad por parte de Podemos, me ratifica en la creencia de que el mayor de los males es posible si se encuentra, aunque sea disparata, una razón consensuada.

Venancio Rodríguez Sanz

Málaga