Hay que respetar la presunción de inocencia, faltaría más, pero no a costa de tratarnos al resto de españoles de inocentes. Mientras siga sin haber el menor desmentido ni la menor explicación algún crédito habrá que dar a lo que cuenta una ciudadana de nombre Corinna Von Larsen y atruena en la prensa internacional. El Estado no debería seguir impertérrito ante unos hechos que afectan a quien ha venido siendo desde 1975, y es todavía como parte de la Corona, símbolo del propio Estado. Cada día que pasa sin que pase nada, o sea, sin que reaccione de algún modo, es un día perdido para la dignidad del Estado. Para la siguiente pregunta, o sea, qué parte del Estado debe tomar la iniciativa que proceda, habrá varias respuestas, pero hay que evitar que el supuesto caso Juan Carlos se acabe convirtiendo en el caso Monarquía, e incluso -ante todo y sobre todo- en el caso Estado.