El Banco de España estima que el PIB de nuestro país caerá entre un 9% y un 15,1% en 2020, en función de una evolución positiva o negativa de la crisis epidemiológica. Frente a un escenario que presentase una recuperación gradual, la contracción sería del 11,6%. La tasa de paro se prevé entre el 18 % y el 24%.

¿Cuál es el papel que en esta situación excepcional de nuestra economía tiene que jugar el sector constructor y promotor?

Pues sin duda alguna, las empresas constructoras y promotoras de Málaga están llamadas a formar parte de la solución a esta crisis de empleo. Debemos ser motor de generación de empleo. Nuestras empresas se encuentran estructuradas y profesionalizadas para, de forma rápida y con un entorno administrativo - político adecuado, generar empleo y progreso.

En la provincia de Málaga el sector genera de forma directa 50.000 puestos de trabajo.Pero para poder desarrollar esta importante y necesaria función, nuestros políticos, más que nunca, deben actuar urgentemente generando planes de confianza que estimulen el consumo interno y garanticen la percepción internacional de nuestro país como un país seguro.

Entender realmente que mediante la colaboración público-privada se podrá evitar una recesión más larga y nociva y que es el momento de escuchar al sector e implementar las medidas necesarias para favorecer la recuperación económica.

Con este motivo, desde la asociación de constructores y promotores de Málaga, hemos exigido a nuestras administraciones la necesidad de avanzar de forma decidida en cuatro grandes líneas de trabajo.

Agilización de trámites administrativos. Especialmente los relacionados con el planeamiento y la otorgación de licencias de obra. Implantación de licencias por fases y extender el concepto de declaración responsable en todos aquellos procesos que sea posible. Definición y cumplimiento de los plazos máximos de respuesta a los distintos requerimientos. Para ello es imprescindible que la Administración afronte y finalice el proceso de digitalización para hacer más eficiente la relación con los administrados. La administración y sus procedimientos no pueden ser de forma injustificada un freno de la inversión.

Apoyo al acceso a la vivienda de los ciudadanos. Un campo en el que la colaboración público-privada se hace imprescindible para conseguir ofrecer a nuestra sociedad viviendas asequibles en alquiler o en venta construidas en nuestros suelos públicos previstos para ello. Hay que poner en valor estos suelos improductivos mediante fórmulas acordadas.

Especial atención a nuestros jóvenes, que teniendo la posibilidad de pagar una cuota hipotecaria no cuentan con el ahorro necesario impuesto del 20%. Para ellos, se podrían disponer de avales desde la Administración que permitan a las entidades financieras aumentar la hipoteca del 80% al 95%, del precio tasado.

También es necesario reducir los altos impuestos que gravan la vivienda y que, en la actualidad suponen más de un 25% del precio de la misma, reducciones en actos jurídicos documentados, IVA reducido al 4%, o rebajas en el ICIO deben plantearse sin dilaciones, para transmitir un mensaje de contundencia al mercado, activar la demanda y evitar escenarios especulativos.

Planes de Inversión específicos en obra pública. Hay que mantener y mejorar nuestras infraestructuras, para seguir aportando calidad de vida a nuestros ciudadanos y también mejorar nuestra competitividad internacional frente a otros destinos.

Hay que recordar además que, por cada millón de euros invertidos, se generan 14 puestos de trabajo directos y el 49% retorna nuevamente a la Administración vía impuestos.

Por tanto, imprescindible agilizar la licitación de obras previstas para el año utilizando procedimientos de urgencia. Pero, además, hay que incrementar los presupuestos destinados a obras, en el año 2020 y 2021. Hay que promover la contratación de nuestras empresas locales y agilizar los pagos de las certificaciones para dotar de liquidez a nuestras empresas.

Apoyar y promover el turismo residencial.

En el año 2019, el 30% de las viviendas que se vendieron en nuestra provincia, se vendieron a extranjeros. Somos el segundo destino favorito para residir en España, aportando el 12% de nuestro PIB. Tenemos que cuidar e incentivar este mercado, hay que fomentar la llegada de estos nuevos residentes. Podremos de esta forma también, desestacionalizar la temporada turística y atraer talento internacional como ya están haciendo otros países cercanos.

En esta línea, entendemos es necesaria la eliminación del impuesto de patrimonio, que ya no existe en la mayoría de los países de la OCDE, y agilizar todos los trámites necesarios para facilitar la operación de compra de una vivienda.

Insisto en la necesidad de trabajar unidos y sin dilación. Nuestro sector, el sector de la construcción y la promoción inmobiliaria, se encuentra preparado y dispuesto para generar empleo y progreso y hacer de nuestra provincia malagueña, referencia en nuestro entorno de cómo juntos, sector privado y público pueden hacer frente a esta crisis coyuntural e inesperada que ha supuesto la aparición de este maldito Covid-19, en nuestras vidas.

Ánimo, esfuerzo y confianza.