Mientras el mundo científico trabaja sin descanso para lograr una vacuna contra el coronavirus Covid-19, las administraciones públicas debemos hacer frente tanto a la emergencia sanitaria, disponiendo los medios hospitalarios y de prevención para contener la enfermedad, como a la enorme crisis económica y social que la pandemia ha provocado, cuyos terribles efectos empezamos a vislumbrar.

Desde el primer momento, en la Diputación de Málaga hemos sido conscientes de la necesidad de readaptar todo el presupuesto y nuestros recursos para generar empleo, apoyar a las empresas y autónomos y ayudar a las familias de la provincia que peor lo están pasando. Por ello, desde abril hemos trabajado en la puesta en marcha del Plan Málaga, un ambicioso programa que aspira a movilizar este año 233 millones de euros en la economía provincial.

Se trata de un plan que apuesta por la autonomía local, ofreciendo liquidez y recursos a los ayuntamientos malagueños, por nuestro tejido productivo, con muchas medidas de apoyo y subvenciones a nuestras empresas y principales industrias, como el turismo, la construcción o el sector agroalimentario, y también por las familias y personas más dependientes y vulnerables.

Nuestra prioridad es mantener el empleo e intentar que sobrevivan a esta crisis el mayor número posible de empresas, con medidas también de estímulo al consumo y de financiación para las empresas.

La construcción volverá a ser uno de los principales motores de creación de empleo y actividad económica y, como tal, recibirá un fuerte impulso con el Plan Málaga. La Diputación destinará nada menos que 65 millones de euros a distintos planes de obras en todos los municipios de la provincia. Calculamos que se crearán unos 2.000 empleos directos con esta iniciativa en coordinación con todos los ayuntamientos.

Como parte de este plan de obras, el Plan de Fomento del Empleo Agrario contará con 17 millones de euros, lo que sin duda es un revulsivo para la economía de los municipios del interior; 4,9 millones de euros están destinados para el plan de infraestructuras hidráulicas específico para la comarca de Antequera, que contempla 34 actuaciones en 17 municipios; 1,8 millones de euros para avanzar a la fase final de la Senda Litoral; y 2 millones de euros para el Plan Viable, con lo que se da un nuevo impulso a la movilidad y se pretende combatir la despoblación especialmente en las zonas con más riesgo de la provincia, el Valle del Genal y la Alta Axarquía.

El Plan Málaga tiene como otra de sus grandes metas la reactivación del turismo, nuestra principal industria. No debemos olvidar que en Málaga da trabajo a 117.000 personas y generó el año pasado ingresos por 14.400 millones de euros. El plan cuenta con dos grandes ejes en cuanto a la recuperación del turismo. Por una parte, los 10,87 millones de euros en acciones promocionales que se van a desarrollar desde Turismo Costa del Sol, que harán hincapié en las cualidades de nuestro destino, prestando especial atención al mercado nacional.

Por otra parte, la Diputación de Málaga contempla un presupuesto de 2,5 millones de euros para bonificar estancias hoteleras en la provincia de Málaga a profesionales sanitarios de toda España. Además de los 100 euros por reserva de un mínimo de dos noches bonificados por la institución provincial, las agencias de viaje y los hoteles se han comprometido a ofrecer otro 5 por ciento de descuento. Por un lado se trata de premiar y recompensar a los trabajadores que han estado luchando en primera línea contra la enfermedad y que aún lo siguen haciendo; y por otra parte, fomentar la recuperación económica y del empleo en la provincia con la llegada de turistas, la reapertura de hoteles, y el consumo en restaurantes, agencias de viaje, rent a car y empresas de actividades de ocio o culturales.

Dentro del Plan Málaga, desde el Área de Desarrollo Económico y Social se gestionarán casi 20 millones de euros destinados a favorecer la recuperación de la actividad de empresas y autónomos, la contratación de personas desempleadas y paliar las consecuencias negativas que esta pandemia ha tenido en el tejido productivo malagueño. Además de las ayudas directas para la contratación de parados de larga duración y subvenciones a autónomos, la Diputación va a financiar el coste de los avales para proyectos empresariales por valor de 85 millones de euros. Es una forma de estimular la recuperación de las iniciativas de invesión privadas.

No me cabe duda de que el Covid-19 es el mayor desafío al que nos hemos enfrentado como generación. También que la respuesta de la Diputación es el programa de inversiones y estímulo económico más ambicioso de su historia. Pero el Plan Málaga será difícilmente ejecutable en toda su extensión si el Gobierno central persiste en su intención de recurrir al ahorro de las instituciones locales para financiarse. La propuesta del Ministerio de Hacienda de usar el remanente de ayuntamientos y diputaciones es un atropello a la autonomía local y un asalto al ahorro de todos los malagueños. Hablamos de 60 millones de euros sólo en el caso de la Diputación de Málaga. Sesenta millones que pretendemos utilizar para inversiones urgentes en el Plan Málaga, tal y como aprobó este gobierno provincial con el apoyo del PSOE y la abstención de Adelante Málaga en el pleno provincial del pasado 20 de mayo.