Una 'femme fatal', un comisario corrupto, un rey en huida, lascivia y ambición. Si le incorporamos el flash back que vivimos estos días (el peso del pasado) nadie podrá negar que estamos ante una gran novela negra que ya hubieran querido pillar los Hammet, Chandler o Vázquez Montalban. Puro pulp ibérico. Aún no hay cadáver (entendiendo aquí cadáver como Monarquía), pero hemos dado un golpe en la mesa del pulp. Tenemos incluso a cínicos y oportunistas. Lo hemos clavado. Pero, ¿y el detective?.

Continuará...

Francisco García Castro.

Estepona