Ni la coleta de siempre, ni el moño de ahora, ni ese empeño en aparecer descamisado con camisa, coinciden con mi gusto personal. Ahora bien el mío no es mejor que el suyo y el hábito no hace al monje. Pablo Iglesias Posse, fundador del PSOE y revolucionario de veras, solía vestir terno y corbata. Por otra parte la de Iglesias Turrión es una imagen hoy común entre gente de su tiempo, y envía a su clientela un mensaje de cierto inconformismo. Hace mucho, mi generación se dejó pobladas barbas (en origen homenajeando a Fidel Castro, prometedor revolucionario entonces), y la gente de orden motejaba y hacía parecidos comentarios en tono burlesco y despectivo. De este modo no puedo evitar ver en ese tipo de comentarios, vulgares, superficiales y repetidos en tiempos tan variados, una especie de uniforme virtual apolillado, y, lo siento, veo vestidos con él a quienes los hacen.