La derecha siempre le ha robado causas y lemas a la izquierda, que, al ser de natural algo tontorrona, a veces se las entrega ya de mano. Ocurre con el asunto del capital y el capitalismo. El capital, que es trabajo acumulado, resulta fundamental en cualquier sistema. A la izquierda le da repelús defender al capital, pero las máquinas de las fábricas son capital, y capitales para dar trabajo. Pasando al lado público, una socialdemocracia se caracteriza por tener un gran stock de capital público, repartido en vías y calles, parques, montes, hospitales, escuelas, equipamientos, centros de investigación y demás cosas de todos. En la gran crisis que viene la izquierda debería tratar de que no vaya a menos el capital, sobre todo (pero no solo) el público. Esto se llama mantenimiento, mantenimiento, mantenimiento. El sonsonete debería ser el basso continuo de cualquier discurso de izquierda.