Si dentro del mundo del deporte jugásemos al juego de las adivinanzas donde preguntásemos: ¿En qué disciplina encajaríamos a una persona de 2,01 metros de altura? Absolutamente todos diríamos que en el baloncesto. Y si además de esa altura añadiésemos que su peso ronda los 150 kilos, las dudas nos llevarían seguramente a la halterofilia, lanzamiento de disco o martillo dentro de alguna de las especialidades del atletismo que requieren de mayor fuerza y corpulencia. Pero si dijésemos que se trata de un futbolista, seguramente errásemos la respuesta y nos tildarían de locos, ¿verdad?

Pues efectivamente, Míster William Henry Foulke, con esas sobrenaturales dimensiones humanas, decidió dedicarse al noble arte del fútbol, allá por el tramo final del siglo XIX y principios del XX. Billy «Fatty» Foulke, como así era conocido cariñosamente entre sus aficionados, nació el 12 de abril de 1874 en el condado de Yorkshire, ejerciendo durante toda su carrera deportiva de «noble» guardameta en varios de los equipos más destacados de la liga inglesa.

El «Gordo» Foulke, saltaría a la primera plana del mundo del fútbol tras disputar la tradicional «Copa Derbyshire», donde militando en las filas del Blackwell -un equipo modesto del condado de Derbyshire-, llamaría la atención ni más ni menos que del equipo más antiguo del país, el Sheffield United. Tanta sería su destreza y habilidad bajo palos, que «The Blades» inmediatamente pusieron sus ojos en aquella maravillosa mole humana.

Su debut de rojiblanco se produciría el 1 de septiembre de 1894 ante otro de los colosos del campeonato como era el West Bromwich Albion, causando una enorme sensación, a propios y extraños, por su gran agilidad de movimientos y su capacidad de reacción a pesar de su gran envergadura. A partir de esos momentos calaría muy hondo entre sus aficionados y en la ya emergente hinchada que domingo a domingo se acercaba a los campos de fútbol de toda Inglaterra.

Su consagración y popularidad alcanzaría sus cotas más altas en 1897, cuando por primera y única vez en la historia, el Sheffield United se proclamaría campeón de la Liga Inglesa, hecho que jamás volverá a repetirse en los más de 131 años de historia del club, por lo que Foulke quedaría registrado en el libro de oro del equipo de sus amores con letras de oro.

El 29 de marzo de ese mismo año en Bramall Lane, ante más de 5.000 espectadores, y en la culminación a una sensacional temporada, Fatty haría su debut nada más y nada menos que con la selección inglesa en un partido disputado frente a la selección de Gales. Los ingleses vencerían el duelo por 4-0 -goles de Ernest Needham, Steve Bloomer y Arthur Milward por partida doble-, consagrándose nuestro protagonista como el mejor portero de las Islas, ahí es nada.

De entre todos sus grandes logros, destacamos a su vez los títulos de la F.A. Cup de 1899 y 1902, además del subcampeonato de 1901 y los subcampeonatos de liga de las temporadas 1896-1897 y 1899-1900.

También cuenta en su haber con alguna que otra excentricidad, como la que se produjo al final del primer partido de la F.A. Cup de 1902 cuando Foulke «totalmente desnudo», saldría del vestuario como un poseso en busca del árbitro para recriminarle la concesión de un gol ilegal -a su juicio-, al Southampton y que valió a su rival para empatar el partido. El referee se sintió tan intimidado que inmediatamente requirió la intervención de los miembros de seguridad de la organización del torneo para evitar ser agredido. Eso sí, en el replay, el United vencería a The Saints por 2-1 con «Fatty» en plan estelar.

De hecho, su apodo de «Fatty» viene tras otra de sus anécdotas curiosas, cuando durante la disputa de un partido con la selección nacional y en vistas de que él rival apenas se acercaba por sus inmediaciones, le dio por colgarse del larguero para matar el tiempo. Entonces y en una de esas enganchadas, acabaría por romper el travesaño, habiéndose de detener el partido durante un buen rato.

En 1905 tras 10 temporadas en las filas del Sheffield United y por la nada despreciable cantidad de 50 £ de la época, sería traspasado al Chelsea donde permanecería solamente una temporada, para terminar su carrera deportiva en las filas del Bradford City en 1908.

Tanta y tan grande fue su popularidad a principios del siglo XX, que llegaría a aparecer en un pequeño fragmento de película de Mitchel & Kenyon rodada el 6 de septiembre de 1902, además de salir su fotografía en la portada del programa oficial de la final de la F.A. Cup de aquel año.

Tras colgar los guantes y seguir elevando su masa corporal hasta límites supra naturales, BFoulke falleció el 1 de mayo de 1916 con apenas 42 años debido a una cirrosis. Sus restos descansan en el Cementerio de Burngreave de Sheffield, dejando para la posteridad el cántico que jornada tras jornada le dedicaba su afición de forma cariñosa y que venía a decir: «¿Quién se comió los pasteles...?».