Dónde estarán las 24 banderas de la cumbre entre Ayuso y Sánchez. Tal vez haya un mundo de banderas olvidadas, un sótano rojigualdo, un almacén rojiestrellado. Yacerán tristonas. O tal vez si han tenido suerte habrán encontrado pluriempleo u ocupación y ondeen al viento en alguna sede oficial o adornen la habitación de un adolescente patriota o madrileñísimo. Han servido para poco las banderas. Como casi siempre.

Ayuso se ha convertido en un género periodístico. La ayusada. Columnas sobre Ayuso, editoriales sobre Ayuso, Ayuso en los titulares. Niño, hazte un Ayuso de cuarenta líneas. Diríamos que hasta en la sopa Ayuso pero hay que modernizarse y afirmar que Ayuso está hasta en el gazpachuelo. Oiga, que el flan trae un trozo de Ayuso.

Sus asesores nunca hubieron soñado tanta resonancia. Sus gobernados, tanta incompetencia. Madrid es un dos de mayo permanente, un supuesto paraíso fiscal convertido en infierno del covid. Malasaña triste. Vallecas enclaustrada. Madrid, un cataluñismo sin hecho diferencial ni Torra. Se anuncian medidas muy restrictivas pero que no entrarán en vigor hasta esta noche a las doce, si es que entran. Hay tiempo y margen para la estampida de los madrileños que quieran evitarla. Dislate.

Cae la tarde y al encender la radio se cuela el dato: 9.419 nuevos contagios. Parece que en Calahorra están confinados pero sale un señor (de mi radio salen señores) que dice que él solo va a dar un paseo y a tomarse un vino, que tal vez sea lo mejor que uno puede hacer en tamaña situación de crisis sanitaria y económica, sobre todo si estás en La Rioja. Una de esas comunidades tranquilas y poco levantiscas en las que sus presidentes tal vez sueñen con la notoriedad de Ayuso. No con su futuro. Como esto es una columna en marcha seguimos anotando datos y zapeando por el dial por donde se cuelan admoniciones, vaticinios opiniones y especulaciones. También, el «urgente» de que Simón va a comparecer. Un rato antes oímos que acudiría a un programa televisivo de aventuras como si no fuera poco la que está viviendo. ¿Ayuso llamando a Calleja?