La Liga ACB ya echó a rodar. Una temporada muy especial se avecina, marcada por las pruebas PCR, los falsos positivos y los aplazamientos. Pero hay que seguir adelante y hay que hacerlo con ánimo. Y también con responsabilidad para hacerlo bien. El reto es más difícil que en el final de la temporada pasada porque no se puede confinar a todos los equipos en la misma ciudad toda la temporada.

Tampoco habrá, al menos por el momento, aficionados en las gradas. No podemos engañar a nadie. Al baloncesto se juega para los aficionados y el hecho de que las gradas estén vacías le quita, quizás, lo más importante a nuestro deporte. Ahora, esto ayudará a que se puedan organizar mejor los horarios de los partidos sin pisarse para que podamos ver la gran mayoría por TV, ¿no?

Llevamos pocas jornadas. Pero podemos decir sin equivocarnos que esta temporada ya comienza con un récord. Será la Liga ACB con menos jugadores españoles de la historia. Solo el 27 por ciento de los jugadores que comenzaron la Liga son españoles. Y este dato no es menor porque los equipos están obligados a tener un número fijo de cupos en sus plantillas. ¿Por qué sucede esto? Pues es un debate que se debería tener porque, sinceramente, el nivel medio de las plantillas creo que es peor que el del año pasado. Esto no es un dato, es solo una apreciación personal después de ver jugar a la gran mayoría de equipos. Pero entiendo que en tiempos de pandemia los presupuestos son menores y la calidad de los fichajes es más baja.

Como siempre en épocas de crisis, los que tienen costumbre de reinventarse, echarle imaginación y ver muchos, pero que muchos jugadores, salen a flote. Este es el claro ejemplo de Obradoiro, que creo que este año ha mejorado su equipo con respecto a temporadas anteriores, siempre reclutando jugadores nuevos año tras año, jugadores que después de jugar allí se revalorizan y salen a jugar a mejores equipos por más dinero.

También es curioso lo que ha pasado con la Penya, un equipo que nos tiene acostumbrados a tener una gran deuda institucional y estar obligado a sacar jugadores de la cantera para sobrevivir y que este año ha hecho un equipo bastante más potente con los fichajes de Tomic y Ribas. O el nuevo Barça de Jasikevicius, que ha hecho el equipo más pequeño usando a Claver más tiempo de 4 y a Oriola de 5. Este año parece que tendrá más protagonismo Abrines y que, poco a poco, Jasikevicius va consiguiendo imprimir su carácter al equipo, aspecto que podía ser el punto más débil en este equipazo.

Valencia parece que también ha sido capaz de mejorar su equipo. Tener detrás a Mercadona es una garantía de que la crisis económica es menos crisis. Y Baskonia ha renovado su equipo después del título de la temporada pasada. Algún fichaje estelar, como el de Giedraitis, y algunos jóvenes con buena pinta, aunque sin experiencia evidencian que para Querejeta competir es importante pero también promocionar jugadores para después venderlos a otros clubes. Solo hay que ver este año a CSKA de Moscú favorito a ganar la Euroleague, que tiene hasta cuatro jugadores que pertenecieron al equipo de Vitoria. Gran Canaria, Tenerife, Burgos, Andorra, Zaragoza... serán un año más la clase media de la competición. Equipos que darán guerra seguro pero que, a priori, creo que sus plantillas son mas débiles que los años anteriores.

Por lo visto hasta ahora, las grandes dudas surgen cuando hablas de Real Madrid y Unicaja. Los de Laso mantienen el bloque y se han reforzado con los jugadores nacionales con más futuro, Abalde y Alocén. Pero mantienen las malas sensaciones que ya mostraron en el final de temporada pasada. Encima, parece que sus jugadores argentinos tienen en su cabeza jugar en la NBA... Aunque no podemos olvidar que el primer título, la Supercopa, se lo llevaron ellos.

Y el Unicaja, que ha mantenido su plantilla sumando a Abromaitis con la idea de que Deon Thompson juegue más de 5 esta temporada. Potencial tienen, pero algo pasa que todavía el equipo está lejos del nivel que mostraron en el final de temporada y ya han perdido varios partidos en ACB y Eurocup.

Lo que seguro tendremos es una temporada llena de buen baloncesto, emoción y esperemos que sorpresas. Un menú atractivo como para estar atento a la televisión cada fin de semana.