Os propongo un juego. Juguemos a ser director deportivo. Venga, construyamos nuestro equipo. Primero, tengamos claro con qué presupuesto contamos para formar nuestra plantilla. Este proceso de construcción comienza la temporada anterior puesto que debemos estar pendientes de la propia competición en la que participamos, pero también de otras competiciones incluso de otros países, para saber qué jugadores están jugando bien. A partir de ahí, hay que hablar con todos los agentes (algunos solo hablan con el agente que es amigo porque solo confían en él) para saber qué jugadores hay libres y por qué sueldos estarían dispuestos a jugar en tu equipo. Hay quien se queda con esos magníficos highlights en los que se ven las mejores acciones que hacen los jugadores (en ellos dificilmente se les ve defender). La gran mayoría ya ven partidos completos en los que puedes comprobar si defienden, si transmiten, si protestan, si gesticulan...

Para esto mejor buscar tú los partidos para no caer en el error de que te manden sus mejores partidos solo. También hay que estudiar sus estadísticas. Pero cuidado, porque no podemos pensar que si la temporada pasada promedió 14 puntos en su equipo, vas a ficharlo y seguirá metiendo 14 puntos en tu equipo. Esto no son matemáticas, es baloncesto.

Todo no acaba aquí. Ahora viene lo más importante. Debes investigar cómo es el jugador en el día a día, en la cancha y fuera de la cancha. ¿Buen compañero? ¿Le gusta entrenar? ¿Ordenado en su vida fuera de la cancha? ¿Es profesional? ¿Ambicioso? ¿Con ganas de crecer y seguir mejorando? Pero, ¿le interesan más sus estadísticas que el rendimiento del equipo?... Uff. Me surgen cientos de cuestiones. Si solo preguntas al entorno que te lo ofreció nunca te hablarán mal, lógicamente. Tienes que intentar llegar a esa información a través de tus contactos para saber qué opinan sus compañeros y técnicos anteriores.

Muchos piensan que cuando ya han fichado a esos jugadores basándose en vídeos, highlights, estadísticas y una charla de cinco minutos con un antiguo compañero ya está hecho todo. Habrá que poner a esa plantilla a trabajar, ¿no? ¿Y quién va a hacer que ese chico que metía 14 puntos el año pasado sea capaz de meter 20 esta temporada? Alguien tendrá que liderar a ese equipo, digo yo. Esa persona que haga que ese grupo de jugadores que le demos funcione como un equipo... Sí, estoy hablando del entrenador. En muchos clubes es la persona menos importante. Fichan a cualquiera, si es de cerca mejor porque así no hay que pagarle casa. Es más, lo fichan el último en vez del primero puesto que él tendrá que explicarte a qué quiere jugar con el equipo. Incluso su opinión sobre los jugadores a reclutar no será determinante, pero qué menos que tenerla en cuenta.

Si decidís que no, que el entrenador no intervendrá en qué jugadores ficharéis en este juego que os propongo, estáis en vuestro derecho. Ahora, no olvidéis que esos jugadores hay que liderarlos, ponerlos a trabajar y convetirlos en un equipo. No puede valer cualquiera ni da igual quién sea el entrenador.

Todavía no hemos acabado. No hemos hablado de lo más importante. Además de vídeos, hightlights, estadísticas y charlas hay que tener en cuenta un aspecto que sí me parece fundamental. Debes poner alma en ese equipo. Sí, alma. Y esto no viene en las estadísticas. Gente que ponga pegamento en ese vestuario, que sean capaces de poner todo de sí mismos por el beneficio del equipo, que no busquen su rendimiento personal sino el rendimiento del equipo, que quieran que el equipo gane a toda costa y ellos salir beneficiados porque el equipo destaque. Gente dispuesta a ayudar a sus compañeros, a no compararse, a luchar unidos por un mismo objetivo, que el equipo gane.

Si consigues todo esto, conseguirás que tu equipo crezca superando los objetivos que la directiva te marcó al inicio de temporada. Alguno de los jugadores fichará por otro equipo más potente. O el entrenador. Entonces este proceso comenzará nuevamente y no podrás relajarte si quieres volver a acertar. Tienes que seguir trabajando en el futuro durante esta temporada para saber quién destaca y, por supuesto, no olvidar que, por muy buenos jugadores que reclutes, si no pones alma en el vestuario dan igual todas las estadísticas que puedas ver.