'El miedo y las preocupaciones: Los grandes enemigos de los estudios y la educación', por Fernando Martín Barba

Como me es habitual, el pasado viernes 16 de este mes, leyendo La Opinión, con el máximo interés en la evolución de la pandemia, observé los siguientes titulares: «Málaga supera los 35 fallecidos por semana del inicio de la pandemia», «El distrito de la capital acapara el 85% de los brotes», «El nivel se mantiene en 1.300 contagios semanales», «La Policía Local ha multado a más de 14.000 personas por no llevar mascarilla». Ese mismo día, lleno de preocupación por la virulencia de la dichosa pandemia, a las 8.40 de la tarde, tomé el bus línea número 8 en la última parada de la Alameda, ocupado por una cantidad de pasajeros que no podían guardar la distancia recomendada para evitar el contagio. Mi sorpresa fue enorme al comprobar que el señor conductor aceptaba a todos los viajeros en cada parada que realizaba, llegando en un momento a estar a rebosar el autobús, provocando la posibilidad de contagio fácilmente. Como me era imposible acercarme a este señor, desde mi asiento le advertí de que era una barbaridad lo que estaba permitiendo y que estaba poniendo en peligro la salud de todos los viajeros. Claro, a él no, ya que estaba protegido por una mampara cual caballero medieval con su armador. El señor conductor ni me contestó y siguió en cada parada sumando más viajeros. No llego a comprender como, con la situación tan peligrosa que estamos padeciendo, un señor con tanta responsabilidad y debido a su ineptitud se convierta en irresponsable jugando con la salud de los ciudadanos. Qué multa habría que aplicarle, si por no llevar mascarilla se multa a cualquier persona con 100 euros y este señor, jugando con la salud de los demás, queda impune. Habría que distinguir entre servicio o negocio lo de la EMT, ya que la mejor economía es velar por la salud del ciudadano antes que por el beneficio de la compañía del Ayuntamiento. Sería muy importante que se velara por el cumplimiento de los consejos de las autoridades sanitarias y deben de ser los responsables, don José del Río, concejal de Movilidad, y nuestro señor alcalde, don Francisco de la Torre, quienes tienen esa obligación por el bien del ciudadano en este caso concreto.