Los pasados días me preguntaba María José Vidal, extraordinaria periodista y politóloga que dirige una tertulia económica de radio en Málaga, ¿qué hacer ante los efectos económicos tan negativos que está ocasionando la pandemia del Covid-19? Aunque la pregunta es simple, todos sabemos que la solución es compleja.

Para analizar medidas contra una pandemia como la del Covid-19, cuando no se dispone de una vacuna o remedio contra ella, la primera sería estar preparados antes de que llegue, más si cabe, con los grandes avances que el mundo ha tenido en la inmediatez informativa, en la investigación, las comunicaciones y en la tecnología entre otras, mientras la ciencia encuentra la solución. Podríamos reflexionar si estábamos adecuadamente preparados en España y para ello deberíamos hacer memoria que hemos hecho desde que el 31 de diciembre de 2019, la Comisión Municipal de Salud de Wuhan, anunciara la existencia en sus territorios del Covid-19. El 25 de octubre, cuando el Gobierno decreta un nuevo estado de alarma, el Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Sanidad ofrece, en su último informe de 26 de octubre, un exceso de mortalidad de 58.389 casos desde el 10 de marzo.

Si en el anverso del virus conocemos la delicada situación sanitaria en que nos encontramos, no es menos delicada la de su reverso, la económica. Dentro de la económica, una fuente para diagnosticar la situación económica son las estadísticas de la Seguridad Social. De sus datos a finales de septiembre 2020, en comparación con septiembre 2019, contamos con unos 380.000 trabajadores menos y unos 728.000 trabajadores con su empleo suspendido por un ERTE.

La mayoría de empleos perdidos lo son en sectores vinculados al turismo con unos 322.000, de los que unos 235.000 lo son en la ‘hostelería y restauración’, pero también encontramos incrementos de altas en sectores como ‘actividades sanitarias y servicios sociales’ con algo más de 63.000 trabajadores y en ‘educación’ con algo más de 30.000.

Importante es conocer que 318.000 empleos perdidos lo son en edades de entre 16 a 34 años y unos 246.000 lo son en el tramo de entre 35 a 44 años, y en cambio se han generado unos 184.000 trabajadores en el tramo de 44 años en adelante, correspondiendo a varones el 55% de perdida de trabajadores.

Nuestra provincia, con 29.830 empleos menos en todos los regímenes, es responsable de cerca del 50% de los 60.437 empleos perdidos en septiembre 2020 respecto de septiembre 2019 en Andalucía, seguida muy de lejos por Cádiz con 8.368 y Córdoba con 6.173. Sin embargo nuestra provincia es la que ofrece mayores crecimientos a nivel andaluz en trabajadores de actividades sanitarias, servicios sociales y educación con 5.178, frente a los 4.860 de Sevilla, 3.032 de Cádiz y los 2.776 de Granada.

Las actividades con datos más negativos de nuestra provincia las encontramos en las ‘actividades vinculadas con el turismo’, con una pérdida de 23.134 trabajadores de un total de 50.279 perdidos en Andalucía, siguiéndole las ‘actividades de comercio y talleres vehículos’ con una pérdida de 4.639 trabajadores de los 10.048 perdidos en Andalucía, o el sector de la ‘construcción e inmobiliarias’ con una pérdida de 1.354 empleos, mientras Andalucía crece en 1.063 trabajadores. La provincia de Málaga, respecto al número de habitantes, se convierte en la tercera provincia de España con mayor pérdida de trabajadores a finales de septiembre 2020, por detrás de Baleares y Las Palmas de Gran Canaria.

China, en una normalidad sanitaria, ofrece en estos días datos de crecimiento económico sustentados en la recuperación de sus exportaciones, en el apoyo del Gobierno a la economía inyectando recursos a través de un paquete de estímulos fiscales, en un fortalecimiento del sector terciario protagonizados por las compañías de software e información, telecomunicaciones, transporte y servicios financieros, y por último por el fortalecimiento del turismo, que según datos oficiales, en su Semana Dorada se movilizaron algo más de 637 millones de viajeros, generando unos ingresos en torno a los 70.000 millones de dólares.

En estos días leía a Yuval Noah Harari manifestar que «El Covid puede originar el peor sistema totalitario que haya existido», más si cabe en una sociedad dócil que se deja manipular, por lo que hace falta recordar aquella frase de Descartes: «Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez».

*Juan Manuel Ruiz Galdón es economista y profesor de la UMA