Tengo para mí que Pedro Sánchez es machaca de mucho cuidado, de piñón variable, y más duro y pertinaz que el conejito Duracell. Pedro Sánchez, tendrá su presupuesto. Si hay que pactar con los dioses del averno, se hace y aquí guerra y mañana gloria y ¿paz? A Pedro Sánchez le cayó la del pulpo, dentro y fuera de su partido pero como el conejito, él sigue y sigue. Nadie le va apear de su hoja de ruta. Quiere llegar al final de la legislatura, o sea tres años más en el poder y nada le apartará de este objetivo, legítimo por otra parte. Podrán caer chuzos de punta, muchos de ellos lanzados por históricos socialistas, pero para Pedro Sánchez son eso, históricos. Y hay que entender que quienes transformaron España como González, Guerra y otros se lancen a tumba abierta en desacuerdo con los pactos del PSOE con Bildu y ERC. Llamada al orden y punto. Con un parlamento tan fraccionado, con el bipartidismo arrumbado, a dios gracias, o sabes pactar o te vas a casa. Así de simple.

Peor lo tiene el presidente con su socio de Gobierno. Podemos no es trigo limpio y en cuanto puede la mete doblada. Podemos, con tendencia a la baja, busca de forma denodada abrirse un hueco en el panorama electoral y le lleva a su creciente deslealtad con Pedro Sánchez quien no tendrá más remedio que dar un puñetazo en la mesa y poner orden en sus mesnadas donde no puede haber más que un capitán. ¿Lo entenderá Pablo Iglesias y Podemos? Me temo que no. Sánchez, al menos, tiene campo suficiente para conseguir apoyos, no así el PP de Pablo Casado, incapaz de encontrar una mayoría parlamentaria. A Pablo Casado sólo le queda Vox y ya sabemos cómo se las gasta este partido. Casado está tan sólo que fue incapaz de encontrar suficientes apoyos en el Congreso para su plan B sobre el estado de alarma.

Moreno Bonilla, también tendrá su presupuesto. Y si hay que pactar con las herradas huestes del ultramontano y montaraz partido posfascista, se hace y aquí todo plácemes. Tanto Sánchez como Moreno están tocados por el pragmatismo de la política que anteponen cuenta de resultados a cómo se consigue. Moreno Bonilla, como Pedro Sánchez, se tiene garantizada la legislatura. Moreno, con este pacto, sigue siendo rehén político de Vox. Y lo que está por venir. De ello, el nefasto acuerdo para debilitar Canal Sur RTVA. Me prometí no escribir de RTVA, ni para bien o para criticarlo, siquiera sea porque uno de mis hijos periodistas fue elegido por el Parlamento como director general de RTVA. Rompo mi promesa: La propuesta de Vox sobre RTVA es muy peligrosa para su futuro. Es de esperar que en la fase de aprobación del presupuesto se reconduzca porque contempla la eliminación de uno de los tres canales, rebajar el presupuesto en 14 millones de euros y la no reposición de las vacantes por la jubilación. Moreno Bonilla tiene la palabra en unos momentos claves para el presente y futuro de la RTVA, dispuesta a transformar y potenciar los centros provinciales, dotarse de mejores y mayores medios técnicos, con ordenación del mercado de las productoras externas y poner en marcha la primera plataforma de una televisión autonómica, una televisión digital capaz de acercar a los ciudadanos los 31 años de sus archivos, con momentos estelares de cómo se construyó el estado autonómico. El presidente Rodríguez de la Borbolla en cuyo mandato se puso en marcha la RTVA, amante de la historia y acercar a los ciudadanos los años que transformaron Andalucía, está de enhorabuena. No así Vox empeñado en negar las autonomías. Para Vox, la RTVA es molesto forúnculo a extirpar. Así se escribe la historia.

P.D. (1) Alejandro Hernández, portavoz de Vox en el Parlamento andaluz, tiene exquisita educación y maneja el insulto con acreditada solvencia intelectual. Mandó a la presidenta de la Cámara andaluza a la porra y a tomar por culo. Su monumental cabreo le llegaba porque Susana Díaz acusaba a Moreno de apoyarse en la herencia franquista que anida en Vox para aprobar el presupuesto. La ausencia de Vox provocó que el Gobierno perdiera varias votaciones. Y de ellas, una muy importante defendida por Jiménez Barrios que obliga al Gobierno andaluz a destinar 250 millones al sector de la hostelería.

(2) La Ley Wert ya es historia, a dios gracias. Ahora llega la Ley Celaá y en el Congreso se armó la marimorena. Esta derechona no sabe perder y utilizando, sin rubor, el sacrosanto grito de libertad arremetió contra una ley que potencia la educación pública, elimina privilegios y la educación deja de ser negocio. Ya está dicho todo.

(3) Pablo Casado, por lo visto, se acercará a Canarias para hacerse foto con migrantes. Política de pacotilla. Habría que recordarle a Casado lo que dijo Aznar, siendo presidente, cuando montó en un avión, drogados, a más de un centenar de migrantes para devolverlos. «Teníamos un problema y lo hemos resuelto». Política es política, estúpido.

(4) La presión migratoria es alarmante y parece irá a más. Europa mira a otra parte. Es problema que apenas si mueve conciencias, con el Mediterráneo empedrado de cadáveres. Y ahora, el Atlántico. La falta de conciencia para buscar soluciones nos habla de la deshumanización en la que estamos sumergidos.