En este año tan complejo que nos ha tocado vivir, donde el teletrabajo se convirtió en una realidad cotidiana, surge a menudo entre los profesionales de la orientación para el empleo la duda sobre si el Covid-19 ha supuesto un alejamiento o, por el contrario, ha conseguido acercarnos aún más a la realidad de las personas que atendemos, a las que prestamos apoyo para alcanzar su objetivo profesional y su desarrollo personal.

A primeros de marzo, incluso ya a mediados, no nos habíamos ni planteado la idea de atender a personas desempleadas de modo online desde el salón de nuestra casa. Eso de unir trabajo y vida privada, profesionalidad y cercanía, suponía una difícil elección. Con el paso de los meses y con la nueva realidad ya instalada, el hablar sobre el curriculum de un usuario mientras me tomo un café en mi taza o escuchar a sus hijos por detrás cuando preparamos una entrevista de trabajo, nos ha hecho acercarnos más a las personas y a sus realidades. Ya no vienen a una cita, trabajamos en un espacio neutro y se marchan; ahora los dos participamos en la vida del otro.

Como orientadora del Programa #MásEmpleo de Fundación ´la Caixa´ en la Asociación Arrabal-AID considero que esta pandemia nos ha hecho a todos más resilientes, con más capacidad para adaptarnos a los cambios, incluso optimistas y cercanos para afrontar las situaciones adversas con más coraje y una grandísima autorresponsabilidad. Este programa que tiene el sobrenombre de ´Generando Oportunidades en Málaga´ ha ido adaptándose a las circunstancias sociales y tecnológicas de cada caso, modificando las acciones previstas allá por el mes de enero pero sin dejar de estar ahí, apoyando a quienes cuentan con menos recursos para la búsqueda de empleo, atendiendo a más de 170 personas y, por tanto, entrando en más de 170 hogares donde solo recibimos generosidad y entrega.

Nuestro objetivo durante estos meses ha sido ése, estar siempre disponible, dispuestas a escuchar y ser de utilidad, haciéndole ver a cada persona las capacidades que estaba creando, sin que olvidara que era ella el verdadero motor de su proceso de cambio para salir de la situación que estaba viviendo.

Me he quejado mucho por no poder agarrar la mano de una chica que llora debido a la situación económica por la que atraviesa su familia y no he visto que quizá, el tenerme como apoyo virtual en casi cualquier momento, le hacía a esa misma chica ver en mí además, de una profesional en materia laboral, a alguien cercano con quien compartir algo más que una cita de orientación. Lo mismo ha pasado con algunos empresarios con los que he contactado en los peores momentos, quienes me hacían partícipe de algunos sus problemas y sus miedos con respecto a la economía y al trabajo en sí.

Si algo positivo nos deja la pandemia es cómo ha favorecido al equipo #MásEmpleo de Fundación ´la Caixa´ en Arrabal-AID la comunicación entre el tejido empresarial y las personas en desempleo que atendemos, conformándose un clima de entendimiento y colaboración entre ambas partes. Es cierto que, cuando pasó el confinamiento y pudimos vernos en persona, no nos conocíamos por fuera, físicamente, pero sí que habíamos creado un vínculo por dentro y eso lo hace todo más fácil. Veamos el lado bueno de las cosas y quedémonos con aquello positivo que nos trajo este 2020 que despedimos en breve.