Opinión | Cartas al director

Pedro García

La industria mundial de armas

El Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) acaba de publicar su comunicado periódico sobre la cifra de negocios de la industria mundial de las armas; no deja de crecer, a pesar de las continuas llamadas a la paz, o el avance del pacifismo, uno de los rasgos definitorios de la cultura posmoderna. De hecho, las ventas de armas y servicios militares de las 25 principales empresas mundiales aumentaron un 8,5% de 2018 a 2019: hasta un total de 361 miles de millones de dólares.

Las cinco principales empresas de este sector tienen su sede en Estados Unidos: Lockheed Martin, Boeing, Northrop Grumman, Raytheon y General Dynamics. Entre las cinco alcanzan 166 mil millones de dólares en volumen de negocio. En total, 12 empresas estadounidenses aparecen entre las 25 más importantes del planeta. Al cabo, y quizá hasta el first America de Trump, EEUU ha sido el gran gendarme de la convivencia internacional. Y si vis pacem, para bellum, como se podía leer en grandes letras capitulares -supongo que no habrá cambiado- en el edificio emblemático de la Academia General Militar de Zaragoza. Paradójicamente, el déficit en poder militar invita a evitar conflictos. Así aparece en san Lucas: cuando el rey belicoso comprende que no tiene fuerzas suficientes, envía una embajada para pedir condiciones de paz. Aunque no lo dice el evangelio, probablemente seguiría luego pugnando para aumentar sus mesnadas y poder enfrentarse al enemigo.