Opinión | La libreta del duque de Chantada

Unicaja: El 7º de caballería al rescate

Fotis Katsikaris posa para La Opinión.

Fotis Katsikaris posa para La Opinión. / Álex Zea

El 7º de caballería es una unidad del ejército americano que todavía existe. Muchos la vinculan con las películas del oeste y piensan que desaparecieron. Pero el séptimo sigue vivo y ha acumulado operaciones de riesgo en casi todos los conflictos en los que se han visto involucrados los americanos, eso sí cambiando los caballos por los tanques. Una de las acciones más recordadas de su historia reciente fue la batalla del Valle de la Drang en Vietnam. El 18 de noviembre de 1965, rodeado de enemigos, el teniente coronel Hal Moore logró mantener su posición apoyado en sus mejores hombres. Podían ser masacrados por unas fuerzas que les multiplicaban en número pero Moore tenía un plan «Siempre hay alguna cosa más que puedes hacer para aumentar tus posibilidades de éxito». Su determinación y la valentía de sus hombres marcaron la primera gran batalla de la guerra del Vietnam. Moore siempre consideró que la batalla acabó en empate. Al final a pesar del heroico comportamiento que supuso que las bajas vietnamitas fueran 4 veces superiores a las americanas, las fuerzas americanas abandonaron la zona permitiendo que las fuerzas asiáticas recuperaran el control de la misma. Fotis Katsikaris se ha convertido en el «Hal Moore» de Unicaja, y ayer recordaba en estas páginas que: «Mi objetivo es encontrar a los soldados con los que tengo que ir a la guerra». Unos jugadores que defiendan al club y a los aficionados hasta el final aun a sabiendas de que se pueden caer en el camino y que en el mejor de los casos, quizás sólo puedan empatar.

Los malagueños vivirán una situación extraña en esta Copa. Nadie apuesta por ellos. Saben que para ganar hace falta un pequeño milagro, pero que los milagros existen al menos en el mundo del baloncesto y sobre todo en la Copa… nunca digan nunca.

El Barcelona llega a la competición con la mejor plantilla, sin lesiones, con una racha de 5 triunfos en la ACB y una derrota ante el Efes en la Euroliga que le pone en la tierra como bien recuerda su entrenador Jasikevicius constantemente. Es un equipo con urgencias para ganar. Su club está en «quiebra económica» y necesitan justificar la alta inversión en la sección con títulos. El año pasado se les escaparon y este año tienen toda la presión. Esa exigencia puede ser la gran arma de los «soldados» de Fotis. Un buen inicio, un alto porcentaje de acierto en el tiro, alguna decisión de descentre a los blaugranas y… hay partido. La razón dice que es imposible pero el corazón malagueño estoy seguro que sueña con «un milagro en febrero» como el del 7º de caballería.

El vencedor de esta eliminatoria se medirá al ganador del Baskonia–Joventut. Una eliminatoria abierta con favoritismo para el equipo de Dusko Ivanovic. Los vascos se mueven como pez en el agua en los torneos cortos. Son los actuales campeones de Liga y llegan en un gran momento. Una plantilla corta, pero de mucha calidad. La Penya llega con más dudas pero creo que con muchas opciones. La plantilla de Carles Durán combina a la perfección la calidad de los veteranos Ante Tomic y Pau Ribas, con la emergencia de López-Aróstegui o Dimitrijevic. Si ganan, no sería una gran sorpresa.

Real Madrid y Valencia Basket jugarán el partido más equilibrado de cuartos. Las grandes bajas del equipo de Pablo Laso se contrarrestan con su espíritu Ave Fénix. Son el actual campeón y apostar en su contra es arriesgado. Valencia llega de subidón. Después de 11 victorias consecutivas en ACB y el glorioso triunfo ante el CSKA en la Euroliga están en la rampa de salida por el título. El “¡»espíritu» de 2 históricos del club como Miki Vukovic o Martín Labarta estará también en su mente.

Tenerife y Burgos juegan el duelo de los «sin título de Copa». La conexión Huertas –Shermadini parece imparable. Los canarios saben lo que es ganar en este tipo de competiciones como demostraron en la BCL de 2017. El Burgos de Peñarroya llega de dulce. Con 2 títulos logrados este año, la BCL y la Intercontinental, aspiran a ser protagonistas en su debut. Ganará el que imponga su estilo de juego. El orden contra la improvisación. Suerte a todos.