Opinión | Cine

La que le caería a 'los del cine'

Sobre la decisión de la Academia de celebrar una gala de los Goya telemática

Casado y Banderas, en la presentación de la gala

Casado y Banderas, en la presentación de la gala / La Opinión

Hay un sector de la Academia que espolea estos días sus críticas a la decisión de realizar una gala de los Goya telemática, sin la presencia física de los nominados en el Teatro del Soho-CaixaBank. Son ataques injustos, creo, y que tienen fácil defensa. 

Apuntan los críticos la supuesta incoherencia entre manifestar que la cultura es segura y organizar una ceremonia de premios virtual: que me expliquen qué tendrá que ver una función de teatro o una sesión cinematográfica, en la que el espectador se sienta en su butaca, contempla el show y abandona la sala a su término, con una fiesta con invitados (bastantes conocidos, amigos) y, por tanto, con más posibilidades de cierto relajamiento en el respeto a las normas. 

También aducen que si se entregaron los Premios Forqué en una gala al uso, por qué no le ha echado coraje la Academia. Simple: los Goya se celebrarán en Málaga, lo que supondría un notable trasiego de nominados, acompañantes y miembros del sector desde todas partes del país; los galardones organizados por Egeda, en Madrid, exigieron en este sentido una logística más sencilla. Sí acudirán los entregadores de los premios porque suponen una cantidad más fácilmente controlable (cerca de medio centenar). 

Los Goya son organizados por una institución gremial, que, por tanto, debe ser extremadamente prudente y con ánimo ejemplarizante; en sus cálculos jamás podría entrar la simple posibilidad de un contagio. ¿Se imaginan las consecuencias que podría tener para una comunidad como la cinematográfica tan baqueteada en nuestro país desde el «No a la guerra»? Y aunque no se produjera ningún caso, ¿la que les caería a los del cine por mantener a tope el glamour, el lado festivo y alrededores en momentos tan duros como ésteos? 

Habrá errores, problemas y cosas mejorables en los Goya 2021, pero se ha tomado la mejor de las decisiones: toca resistir, ser prudente que no miedoso (o, qué narices, miedoso: el exceso de celo en estos casos no está de más) y proceder con el decoro y comedimiento que exigen tiempos de luto.

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