Opinión | Málaga de un vistazo

A seguir soñando

Los sueños se generan cuando nuestra razón peregrina investiga y explora por las esquinas más inimaginables del propio cosmos. Según los versados en materia onírica, lo especial de los sueños es que no admiten códigos y todo se acepta, dirigiéndonos hacia una dimensión la cual nos hacer sentir libres y aptos para proyectar cualquier emoción. Muchos creadores se han dejado infundir por el encanto de sus fantasías para poder realizar sus grandes obras, puesto que cuando idealizamos situaciones serenas y placenteras es común no querer desadormecerse y escapar a esos otros orbes donde deambular a través de la seducción de la ilusión utópica. El verbo soñar se modela como un periplo regalado a lugares al que nunca podremos regresar; solo cuando soñamos disponemos del albedrío decisivo de concebir para más tarde despertar y crear. En ocasiones, los sueños se estructuran como un rompecabezas el cual nos otorga designios de cómo ensamblar cada pieza para conseguir las metas propuestas; a veces, los sueños se interrumpen en el mejor instante para que tomes la decisión de cumplirlos, siempre teniendo en cuenta que cualquier buen sueño comienza con un gran soñador quien hace realidad sus deseos. Van Gogh me comenta que sueña con su pintura y al amanecer pinta su sueño. Málaga, ensimismada con sus sueños de recuperar la normalidad desterrada, ve como el virus sigue retrocediendo; la provincia el lunes sumó 108 positivos detectados en las últimas 24 horas, el guarismo más bajo que se imprime en un comunicado de la Consejería de Salud en lo que va transcurrido el año. Continuemos con la responsabilidad y solidaridad adoptando las medidas preventivas para poder comprobar esta semana que las cifras no vuelvan a oscilar y se mantenga el ritmo de descenso. El mañana que ves es el futuro que alcanzas. A seguir soñando. A continuar cuidándonos.