Opinión | El Copo

'Santo Dios'

El ‘Santo Dios’ fue un salmo religioso que los jornaleros andaluces cantaban durante el tiempo de siega; Blas Infante tuvo conocimiento de él durante su tiempo de estudiante en los Escolapios de Archidona.

Allí, y a través de su ventana, descubrió las entrañas de los jornaleros andaluces cuando estos acudían a la Puerta de la Guiropa del colegio para recibir alimentos que aliviaran la hambruna que tenían. Todo aquello quedó incrustado en el nacido en Casares, hoy Padre de la Patria Andaluza, para iniciar la utopía del Andalucismo.

Fue el maestro José del Castillo quien puso música a la letra que Blas Infante creó para los salmos del ‘Santo Dios’, y entre ambos obtuvieron el himno oficial de Andalucía, según consta en nuestro Estatuto.

Es un himno difícil de cantar, y más aún de vivir con intensidad. Eso de «sea por Andalucía Libre, España y la Humanidad» tiene su ‘cosa’ cantarlo y, más aún, creerlo; no digamos ya vivirlo en el día a día. Estimo que lo viven muy pocos, lo tararea el personal y pasan de él una auténtica multitud de nacidos en Andalucía.

Hace unos días, el 28-F último, celebramos su puesta de largo y lo cantaron por diferentes ‘palos’, destrozando la música del maestro Castillo, tarareando la segunda estrofa que saben muy pocos andaluces y evitando, al final del himno, gritar: ¡Viva Andalucía Libre! Tranquilos todos, que ya dejó claro Blas Infante, en el Ateneo de Sevilla, «libre de paro, explotación, marginación», etc. Y ahora nos llega el gran cantante Rafael, elegido ‘Hijo Predilecto de Andalucía’ -elección que me parece requetebuena-, a demostrarnos que, en virtud de su fama bien conseguida, puede hacer de aquel primitivo ‘Santo Dios’ de los jornaleros andaluces una chapuza que no se merece este pueblo que pierde sus raíces entre palos de golf.