Opinión | Málaga de un vistazo

No olvidemos

Las cosas se descubren a través de los recuerdos que de ellas se tienen. Recordar una cosa significa verla por primera vez. No recordamos días, evocamos momentos, me susurra el controvertido novelista, poeta y crítico literario Cesare Pavese en el puente de Santo Domingo –de los Alemanes- donde observamos el no cauce del no río Guadalmedina. La desdeñada y mil veces pronunciada ‘cicatriz abierta de la ciudad’, la cual el autor italiano contempla como si se tratase de una de las mayores contrariedades y angustias del malagueño contemporáneo, ofrece una imagen dantesca augurada por un futuro que si llega, arribará tras un largo tiempo y un difuso silencio. Es una inmersión en la atracción a lo desconocido ¿Cuándo se cerrará definitivamente este costurón vergonzante para esta urbe como Málaga?

Hace exactamente siete meses, el que firma esta columna, narraba un encuentro con el creador italiano, Pavese, en el puente que da cobijo a ‘Los Dolores’. El desconsuelo sigue intacto. La fuerza de la indiferencia continua incólume y la coyuntura del proyecto ‘Río de la ciudad’ se vuelve a tornar aletargada; el Plan Especial del Guadalmedina continúa, como otras transformaciones urbanas, abstraído, abocado a un sueño que no obtiene su digno despertar. Una de las aspiraciones ciudadanas más ansiadas para poder cerrar esta brecha no tiene partidas presupuestarias en los cómputos de 2021, bien sabido por todos que se trata de uno de los diseños más necesarios para esta ciudad «que todo lo acoge y todo lo silencia» como presagia el ilustre poeta José García Pérez. Comparto la anomalía de esta época, tiempos complejos los cuales el agotamiento de los recursos se apodera de todo; sin embargo, un esfuerzo de conciencia cívica nos ayudaría a dar los primeros avances para sellar este deterioro que observamos con mirada doliente. No olvidemos.