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La nuestra y su Semana Santa

Un proyecto de Canal Sur contribuye a poner en valor el significado global que supone la más valiosa costumbre de Andalucía: Su Semana Santa.

Cartel de Cortés del Pueblo para el programa Bajo Palio, de Canal Sur

Cartel de Cortés del Pueblo para el programa Bajo Palio, de Canal Sur / L. O.

Estamos viviendo en Andalucía una Cuaresma cargada de contención. Al llegar la primavera nuestra tierra eclosiona. Florece y se muestra bulliciosa, coloreada y fresca. Abre sus puertas al mundo y sin necesidad de compartirlo con nadie, se abraza ella misma, cuajada de extraordinarias maravillas por cada rincón. 

Y llega la Cuaresma. Y su Semana Santa. Y no hay palabras capaces de definir lo que supone en Andalucía. A nuestra tierra le cambia la cara cuando la luna se llena en domingo. Y todo cambia. Y nos venimos arriba. Sin comparación con cualquier otro movimiento social, deportivo, cultural o del ámbito que sea. No hay nada parecido a lo que sucede en Andalucía al despertar tras el frío. 

Una mezcla esplendorosa donde todos ponen de su parte para que la emoción no se detenga ni medio segundo. Y bajo los varales o trabajaderas, en la uniformidad de antifaces y capas del mismo color y corte, se mezclan en nuestra tierra el tieso con el rico, el torpe con el ilustrado, la llana con la pija y el famoso con el indocumentado. Y todos participan. Portando o mirando. Iluminando o llorando al paso. Pero siempre estamos presente. Y somos legión ante una celebración que nos ilumina desde que tenemos conciencia y que nos acompaña hasta el último día de vida. 

Aquí, al llegar el fin de los días, siempre está presente tu hermandad. El guión o la bandera de los tuyos junto al cajón de madera. Pero también en la vida que antecede. El pañuelo de tu Virgen en los días más difíciles. La estampa en la mesita de noche de la clínica o bajo la almohada. Está la Semana Santa en la llamada o el mensaje de ése al que ves poco pero se ha enterado de lo bueno o malo que te ha pasado y se preocupa por ti. La boda, con un guiño siempre a tu Hermandad. El nacimiento donde el alta de hermano está antes que el del censo. Los nombres puestos por la Virgen que os acompaña. Todo. Siempre. En lo malo y en lo bueno. 

Y el saludo. Porque en Andalucía, cualquiera que viva la Semana Santa y tenga su Cofradía presente, siempre se encuentra con los suyos por la calle. ¿Oye, a quién has saludado? Na. Uno de mi Cofradía. Lo más probable es que no sepáis vuestros nombres. Pero os tenéis controlados. Porque todos los años vais cerca en la fila de nazarenos. Porque os veis en algún Triduo y el saludo es un reencuentro mental con aquello que ahora tanto echamos de menos. 

Pero ahora las cosas son más difíciles. Llevamos tirando de archivo un año y pico y tiene pinta de que seguiremos rondando a la morena algo más de tiempo. Por eso, ante esta especial circunstancia, el gran universo que compone y rodea a la Semana Santa, sus Hermandades y Cofradías está algo desangelado. 

Este sentimiento es una prueba evidente de que, ante la crítica chabacana e inútil sobre los cofrades y su banalidad, está quedando patente que sin la posibilidad de reunir a los hermanos ante sus Sagrados Titulares en torno a la oración, sin la estación de penitencia y la celebración, nos encontramos en un desierto. 

Por suerte, el sentido común ha reinado en Andalucía y la auto imposición de límites ha contribuido a que no tengamos circos ni espectáculos extraños que sí pudieran sostener las críticas habituales hacia este noble mundo de cofrades. 

Y este año, con especial alegría, ha llegado a nuestras casas un proyecto por parte de Canal Sur -La nuestra-, que contribuye de manera extraordinaria a poner en valor el significado global que supone la más valiosa costumbre de Andalucía: Su Semana Santa. 

Un programa de televisión, con un buen pregonero de la Semana Santa de Málaga encabezándolo, que mezcla, cuenta, sonríe y llora en torno a las Cofradías y Hermandades de nuestra tierra. Y claro, entre la necesidad, la demanda y lo apretados que somos por el sur, la cosa ha pegado un pelotazo. 

Andalucía en Semana Santa. Así lleva por nombre la producción de Canal Sur Televisión -adm mediante- que ha hecho que los domingos por la noche sea trending topic un señor tocando un tambor, Carlos Ismael Álvarez con voz que se entrecorta cuando explica cómo tiene la cara la Esperanza del Perchel o el momento en que Enrique Romero le saca las sonrisas a capataces más serios que un panteón. 

Así, se une a una tierra. Así, sin localismos ni parches, se reconoce la importancia de nuestras tradiciones en la vida de los andaluces. Por eso, ahora más que nunca, hay que reconocer la utilidad y sobre todo la necesidad que nuestra tierra tiene de disfrutar de una radio televisión pública de calidad. 

Hace poco tiempo, se oían voces desde sectores extremistas, que pedían la desaparición de Canal Sur. Unos lo harían por repetir frases vacías de sus compinches y otros, un poquito más listos, porque no creen en nuestra identidad y prefieren la uniformidad generalista. 

Gracias a Dios no está siendo así. Y tendrán que tomar sal de fruta cada noche para acabar con los ardores que tienen que estar padeciendo al ver que todos, ésos tan variopintos de los que hablaba al principio, se vuelven a unir, alrededor de una televisión verdiblanca, para disfrutar de esas maravillas que tenemos en común todos los andaluces y de las que nos sentimos muy orgullosos. 

Ojalá más producciones así -que teniendo a Javi Comas en el equipo hará que salga la gloria misma- . Ojalá más modernidad en las tradiciones para adaptarlas a los nuevos públicos y no la relacionen con épocas pasadas. Ojalá, en definitiva, una radio televisión pública andaluza que siga apostando por formatos como éste. 

Que no se asusten los que no quieren que se promueva lo nuestro, se conozca, se valore y nos haga unirnos aún más. Que va a ser tarea imposible que puedan conseguirlo. Aquí estaremos siempre los andaluces defendiendo lo nuestro. Y con nosotros, Canal Sur. La nuestra. 

Viva Málaga.