Opinión | Tribuna

2021 aún no hemos aprendido nada

Hace unos años tomé conciencia del cambio climático, de cómo afecta y afectará a la población, su incremento por el aumento de temperatura que es directamente proporcional al aumento de Gases de Efecto Invernadero; los motivos, sus causas y sus nefastas proyecciones a un futuro muy cercano, aunque en el presente ya se ven sus consecuencias nefastas en algunos sitios.

Para saber y conocer más del tema realicé cursos como el de Gestión de Proyectos de Energías Renovables, de Cambio Global: Colapso o Resiliencia, de Ciencia e Innovación por el Clima, de Experto en Cambio Climático, entre otros.

En esos tiempos tenía muy claro que la parte más importante de la lucha por la Emergencia Climática y Ecológica a nivel global, la teníamos que dar en el cambio total y urgente del consumo de todo tipo de energías, dejar de consumir combustibles fósiles haciendo una veloz transición a las renovables. En estos últimos dos años veo con satisfacción el cambio que se está dando, el vuelco de las grandes multinacionales del sector a este tipo de energías, aunque no sea suficiente para dejar de explotar y consumir carbón y petróleo; pero sí en el incremento de plantas solares y eólicas para la producción de electricidad.

Creía que por fin habíamos entendido la urgencia del problema a nivel global y que estábamos a ello, es verdad que escuchaba que en las crisis siempre se abren oportunidades, que la iniciativa público –privada era la mejor o única opción para realizar la transición y que esta debería estar sostenida por toda la fuerza financiera disponible; aquí empecé a ver grandes campañas de empresas de todo tipo, empresas de energía, bancos y hasta empresas petroleras ‘verdes’, el greenwashing estaba presente hasta en la cumbre del clima COP 25 de Madrid.

Me convencí que el fin justificaba los medios y que era la mejor opción posible siempre que lleguemos a buen término de manera rápida, desde hace tiempo estoy convencido que ya hemos cruzado la línea roja climática pero que es imprescindible intentarlo por las futuras generaciones.

Mientras veía encaminada la ‘solución’ a este gran problema, me fui centrando en otros como el de la alimentación humana, la producción de alimentos necesarios para los casi 8.000 millones de personas que habitamos en el planeta.

Comprendí que la ganadería intensiva era uno de los otros grandísimos problemas de emisiones, el alimentar al ganado para que nosotros nos alimentemos de él trae aparejado una inmensa cantidad de aberraciones medio ambientales insostenibles, desde la eliminación de biodiversidad destruyendo selvas y bosques para destinar el suelo al cultivo de alimento para alimentar el ganado, nuestro alimento, eliminar biodiversidad para destinar el suelo a macrogranjas, la utilización de métodos de agricultura con pesticidas y herbicidas con demostrados perjuicios a medio ambiente y al humano; el avance de la contaminación y sus consecuencias por esta actividad, la falta de respeto a los animales, el hiperconsumo de peces que está eliminado caladeros, etc.

Hay que hacer una mención especial a la tala de bosques y selvas para destinar esas amplias zonas de cultivos para la producción de ‘biocombustibles’, nos llamamos a nosotros mismos homosapiens.

La semana pasada me encuentro con noticias como ‘Ecologistas contra los nuevos proyectos de renovables’ , ‘El campo cambia el trigo por paneles’, ‘Las energías renovables en España amenazan la biodiversidad’, entre muchos otros ejemplos en España y en el mundo.

Mi primera reacción fue de incredulidad, estos títulos hicieron que leyera, profundice e investigue para llegar a la conclusión, otra vez, de que no hemos aprendido nada, de que la lucha climática queda siempre por detrás del negocio, la especulación y el dinero hoy, que la financiación debe ser rentable sin mirar más allá, el fin (beneficios económicos) justifica los medios.

Resumiendo, entre muchas cosas mejorables, comenzamos a utilizar grandes extensiones destinadas a cultivos u otros usos de campo tradicional y en algún caso bosques, para plantas fotovoltaicas principalmente y eólicas. Tiene su explicación dentro del mercado, con los precios de los productos de alimentación en general por los suelos, ya que los beneficios no se lo lleva el campo; alquilo o vendo la superficie, me aseguro beneficios económicos y me quito de los problemas, la incertidumbre y los riesgos de la explotación del campo. Estas zonas suelen estar bien comunicadas por carretera, relativamente cerca de núcleos urbanos y con un mínimo de servicios disponibles; la mínima inversión para mayor beneficio lo antes posible.

Es en este momento que pienso que todo es inútil, que deberíamos extinguirnos como especie lo más rápido posible, ya que siguiendo por este camino ocurrirá de igual forma, y así provocar el menor daño al resto de seres vivos que comparten con nosotros este planeta que era maravilloso, claro que este es mi punto de vista personal.

Pido perdón a toda esa generación de jóvenes dentro de los que se encuentran mis hijos; a quienes le estamos destrozando el futuro mientras criticamos su forma de vida, su forma de actuar; a los que educamos con unos valores que nosotros mismos ignoramos, a quienes le damos la espalda en sus problemas actuales como el trabajo, a los que explotamos con contratos basura y quitándoles derechos. A tod@s ell@s humildemente perdón.

*Marchionno es miembro de la Alianza Malagueña por la Emergencia Climática y Ecológica