Opinión | La libreta del duque de Chantada

El regreso de Luis Casimiro

Luis Casimiro

Luis Casimiro / acbphoto

Luis Casimiro regresa mañana al Carpena al mando del Casademont Zaragoza. Su paso por Málaga ha tenido más sombras que luces en sus resultados, pero sí es cierto que en lo personal (al margen de los estrictamente deportivo) ha dejado un buen recuerdo entre jugadores y aficionados, que precisamente le acusaban muchas veces de ser «blando» con la directiva de Los Guindos. Casimiro es un superviviente. En una carrera muy larga sólo una vez ha estado en el paro. Ha sido destituido en cuatro ocasiones a mitad de temporada y en 3 encontró trabajo en la misma temporada. En 2012 destituido en Valladolid acabó el curso en Málaga con aquella épica novena posición que permitió a los verdes seguir en la Euroliga. En 2015, destituido en Fuenlabrada, acabó el año en Sevilla. Y esta temporada, que dejó Málaga para debutar el miércoles con el Zaragoza. Sólo una vez, cuando fue despedido en Alicante en 2003, se quedó sin trabajo.

Casimiro es un entrenador con muchos hitos en su carrera. Es el único que ha ganado la EBA, la LEB y la ACB. El niño que cursaba 8º de EGB en el colegio Ramón y Cajal de Puertollano, que debutaba como entrenador con un equipo de niños de 4º curso ganando el campeonato del colegio, seguro que no esperaba llegar a los 695 partidos dirigidos en ACB, con 337 victorias y encontrarse ahora, después de ser despedido hace unos meses en Málaga, a sólo 3 partidos del primer título europeo de su carrera, la BCL.

Funcionario del Ayuntamiento de Puertollano donde trabajaba con jóvenes como monitor de educación física y en una residencia de la tercera edad su futuro comenzó a cambiar en Don Benito. Como escribe Dani Barranquero en un maravilloso articulo para acb.com, coincidió con Julio Gómez, el responsable de aquel mítico All Star del 85 en el que David Russell machacó el aro saltando por encima de un niño, en un curso de entrenador y le ofreció entrenar al equipo. En 1989 se presentó en la ciudad extremeña al volante de su Alfa Romeo 75 para iniciar el resto de su vida. Una vida llena de anécdotas como cuando fichó por el Óptica Gandía Basket y se vio en la sección «Mala Sombra» del Mundo Deportivo. «Lo ve claro» jugaba el periodista con su nombre: «Casi-miro» y el sponsor del equipo. Lo que seguro que no vio el redactor es que 4 años después Luis Casimiro iba a visitar el periódico como campeón de Liga con el Manresa y entre risas pedía conocerlo.

Luis Casimiro llega ahora a Málaga al frente de un equipo de supervivientes y después de una victoria en su debut. Javier Justiz tuvo que dejar el baloncesto varios años por los problemas económicos de su familia. Rasheed Sulaimon fue el primer jugador de la historia de la Universidad de Duke en ser expulsado de la institución del mítico coach Mike Krzyzewski. Jacob Wiley tuvo una infancia tan complicada que su entrenador en la universidad Jim Hayford dijo en una entrevista a la CBS «los que actúan como Jake en su adolescencia acaban su vida en la cárcel», a lo que el periodista apostillaba: «Hay cientos de jugadores elegibles para el Draft de la NBA, pero es probable que nadie tenga un camino más retorcido y una historia de superación más fascinante que Wiley». Tryggyi Hlinason se crió en una granja en Islandia tan aislada que el vecino más cercano estaba a 9 kilómetros, sin una tienda de comestibles a menos de una hora y en invierno aislado por la nieve varias semanas. Un joven que se fue a la escuela secundaria de Akureyri a aprender electrónica para ayudar en la granja familiar y acabó siendo una estrella del baloncesto. Su gran estrella Dylan Ennis contaba en Vamos hace unas semanas: «Mi padre biológico recibió un disparo de la policía cuando yo todavía no había nacido. Yo estaba naciendo y él estaba en coma en un hospital».

Un equipo donde también destacan Jonathan Barreiro que a los 24 años está rindiendo a la altura de lo que presagiaba cuando con 14 años se le bautizó como «el Ricky Rubio gallego», un Nico Brussino que jugando desde el 3 esta aprovechando como nadie ese crecimiento tardío y los años jugados como base en Argentina, el alemán Elías Harris formado en la universidad de Gonzaga o «el hijo pródigo» Rodrigo San Miguel, que después de 19 años volvía para liderar al equipo. Aquel niño que llevó al Colegio Doctor Azúa de Zaragoza al subcampeonato de España infantil sueña con liderar a su equipo al título de la BCL.

No será fácil pero los de Fotis Katsikaris necesitan la victoria para vivir sin agobios el final de temporada. Suerte y poneros la mascarilla.