Opinión | Málaga de un vistazo

Un sueño creador

Muelle Heredia.

Muelle Heredia. / Gregorio Marrero

Los charcos de las calles reflejan las luces sombrías de un día alertado de ambarino. Málaga está a oscuras y entre sus sombras se vislumbran seres aletargados bajo el paraguas de los recuerdos. Estas jornadas con la lluvia como anfitriona hacen de esta urbe -casi siempre iluminada- un escenario dispuesto para realizar el viaje de las evocaciones; un periplo donde poder entremezclarnos con otras vidas y seguir reflexionando sobre el presente, ese tiempo en el cual vamos desgranando el pasado para vernos cristalizados en las pozas de la vida. Una de las cuestiones a las que los individuos se han enfrentado desde el principio de la existencia es la de su naturaleza moral: el bien y el mal, dos esencias inherentes al sujeto que han turbado nuestro ánimo en diferentes situaciones y han contribuido a que nos posicionemos emocionalmente hacia uno de ambos extremos en las diversas pesadumbres en las que este orbe nos ubica. Un particular desafío, lo correcto y lo indebido se regeneran en actitudes antagónicas: optimismo y pesimismo.

En la primera categoría, el optimismo, la buena nueva nos llega con los datos que la provincia de Málaga está contabilizando en esta última semana de un mes de abril con mácula distópica. La presión hospitalaria se estabiliza: «161 personas ingresadas, 200 contagios en las últimas 48 horas y un ritmo de curados de 500 diarios». Son guarismos que nos inducen al optimismo como queda plasmado por las autoridades sanitarias, situando a Málaga como el territorio andaluz con el índice de casos más bajo de toda la Comunidad; Con respecto a la segunda, el pesimismo, la respuesta me la dicta María Zambrano cuando me dice que no existe Filosofía, ni Poética ni Ciencia sin un sueño creador, esto es, sin una apuesta de la razón por la esperanza. En el fondo de la historia siempre estará el ser humano; de nuevo, la esperanza.