Opinión | Málaga de un vistazo

No 'puedor'

A cuenta del Festival de Cine de Málaga, que debiera deslumbrarnos con toda su pompa y glamur, me temo que se me volvió a colar sin pena ni gloria y es que a mí me parece que muchos acontecimientos de la ciudad, no digamos ya de la provincia, se nos pasan año tras año como el rumor del romper de las olas del mar que, aunque no las veas, las sientes, pero no encuentras el momento de acercarte y ‘chorrar’ las mejores en la orilla.

Los medios de comunicación me traen ese runrún como la tormenta que provoca la magnitud e intensidad del batir de la mar en el rebalaje.

A veces pienso si son otros los que disfrutan más de las actividades de Málaga que los malagueños, que andamos día tras día inmersos en un ir y venir de angustias: que si presión del trabajo; que si sueldos ridículos; que si no encuentras trabajo digno y bien pagado, ni con formación; que si la Sanidad Pública no te atiende como necesitas ni como ellos quieren; que si la factura de la luz me ha puesto a régimen porque se ha comido mis tapas; que si he colgado la bici por no matarme en la carretera; que si no me dejan vivir unos cuantos maleducados; que si el cambio climático lo van a combatir con rascacielos; que si mi hijo se quiere independizar y no puede… pero cuando levantamos la mirada y vemos nuestros montes que nos rodean y el horizonte marino, sientes la brisa, respiras hondo y te regocijas del momento reconociendo que estás en el mejor lugar del mundo, quizá en el mejor momento o si no, se apañará, y ya habrá tiempo de apuntarse a otro ‘sarao’ porque de aquí es nuestro corazón y donde lo queremos.