Opinión | Cartas de los lectores

Juan Fernández Sánchez

Luis Enrique y las ovejas

No hay más sordo que el que no quiere oír, ni mas ciego que el que no quiere ver. El equipo seleccionado por Luis Enrique Martínez y la táctica que les ordena aburren hasta a las ovejas, de tanto pasecito por aquí, otro por allá, para volver a empezar con lo mismo cinco minutos después y continuar mareando la perdiz. Hay que tener muchas dioptrías y/o muy bien aprendida la lección de mirar para otro lado, para ignorar lo que está sucediendo, si es que así se lo ordenan sus jefes. Y en esto del fútbol hay muchos jefes: desde los de la FEF, pasando por los de La Liga (con, respectivamente, Rubiales y Tebas a la cabeza) hasta los de los medios de comunicación afines a determinados trileros. Porque, además, da “vergüenza ajena futbolística” lo que aportan los Kokes y demás Traorés, mientras jugadores con talento y muchos partidos a us espaldas no seleccionados por Martínez tienen que que conformarse con ver por televisión los pasecitos tras pasecitos sin tirar a puerta, si es que antes no se han quedado dormidos. Eso sí, Luis Enrique seguirá catalogándose a si mismo como el gran líder de la selección y afirmará que es “simpático y hasta atractivo”. Pues claro, las rubias suecas que asistieron al partido de Sevilla no hacían más que derretirse viendo los gestos, y los paseítos con garbo por la banda, complementados con movimientos de caderas, que se daba nuestro Don Juan Casanova.