Opinión | Tribuna

Expo 2027 Málaga: Por una era urbana sostenible, fuerte, verde y saludable

Lo importante de una exposición internacional es que permite a una ciudad tomar consciencia de sí misma». Reconocer sus posibilidades latentes. Esta idea, pronunciada por José Manuel Cabra de Luna, presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, en la primera reunión de la Mesa de Proyectos Singulares del Consejo Social del Ayuntamiento de Málaga, es una invitación a la reflexión sobre la ciudad, su presente y su futuro, muy útil para conseguir la sede de la EXPO2027 para Málaga.

Por su parte, en la misma Mesa, Susana Carillo, concejala y teniente de alcalde, exponía cómo poder acceder a la concesión de la candidatura de la exposición internacional. Y de manera muy pedagógica, contaba el hecho de una ciudad india que destacó para la concesión de sede sobre Nueva York –que aportaba un sofisticado sistema tecnológico de control de tráfico-, al mostrar su nuevo sistema de recogida de basuras por medio de camiones, cuando antes su recogida de basuras era inexistente. Lo importante para que la concedan no es la sofisticación tecnológica que se consiga, sino la creatividad y efectividad de la propuesta para la ciudad candidata.

Hemos entrado en la era urbana, se reconoce en la propuesta municipal. Ésta se caracteriza porque la mayoría de los humanos residimos en ciudades, o en lugares con cualidades urbanas. Por su nueva extensión planetaria, lo urbano nos ofrece posibilidades hasta ahora desaprovechadas, y ni siquiera pensadas. Entre otras cosas porque los retos presentes son diferentes de los pasados. Tomar consciencia de sí mismo en un lugar y en un tiempo concretos es pensar: reconocer potencias propias y ajenas inexploradas.

Una exposición internacional debe reflexionar sobre las escalas global y la local, y componerlas.

En la escala global, en el presente, existen unos objetivos claros, se están facilitando fondos (al menos en Europa), y tenemos un nuevo modelo para actuar practicado durante la pandemia de la Covid-19:

  1. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS) son un primer paso institucional serio a escala global –aunque no sea suficiente-, para acometer la crisis climática, junto con las demás crisis que agravan el presente (energética, de biodiversidad, de justicia social y medioambiental…).
  2. Los fondos Next Regeneration, en Europa, fomentarán un proceso acelerado hacia la digitalización y la economía verde, que será válido y aceptable siempre que sea profundamente democrático y mejore la calidad de vida deseada por la gente real (y no por lo que dicten las grandes empresas tecnológicas o las multinacionales que no están regidas por principios democráticos, y se guían exclusivamente por criterios de beneficio económico).
  3. La pandemia de la Covid-19 ha mostrado al mundo que se pueden transformar -de manera radical-, actitudes y cosas que antes eran impensables: se ha actuado en conjunto para responder a las cuestiones imprescindibles (salvar vidas), se han parado las cosas que no eran tan necesarias (sectores de la economía), se han pospuesto para después las deseables (el ocio), y se han cuestionado las innecesarias. Este modelo de actuación es válido –ya ha sido validado-, para enfrentarse a la grave crisis del Cambio Climático y sus consecuencias.

En la escala local, la EXPO2027 Málaga, planeada por el Ayuntamiento de Málaga -y que debe asumir como propia el Gobierno de España-, plantea guiarse por los mismos ODS y busca los fondos Next Regeneration para su financiación. Por ello, sería no sólo interesante, sino aconsejable, que se adoptase un modelo de actuación lo más parecido posible a la ensayado de manera efectiva con la pandemia. De esta forma, además, comenzaríamos a prepararnos para el futuro de crisis que se avecina.

Por tanto, antes que desarrollar ciudad y arquitectura nuevas, y extender el espacio urbano en exclusiva al distrito de Campanillas, para una futura población que supuestamente se animará a venir -lo que podría ser deseable, pero no imprescindible-, parece sensato reflexionar sobre lo necesario, que es habilitar la ciudad existente. Y así mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía de aquellos barrios que sufren carencias injustificables de habitabilidad, por sobrepoblación y déficit de zonas verdes y saludables. La idea de extender la EXPO2027 por la ciudad que tenemos, para distribuir mejor sus beneficios a un número mayor de barrios, y -entre otras cosas-, abaratar su coste y reducir el esfuerzo económico, no es desdeñable.

En este sentido va la innovadora propuesta realizada por la Plataforma Ciudadana Bosque Urbano Málaga para la EXPO2027 Málaga -a la misma Mesa-, junto con la Federación de Asociaciones de Vecinos Solidaridad, la Asociación de Vecinos La Cooperación, la Asociación de Vecinos Torrijos, la Asociación de Consumidores y Usuarios en Acción Facua Málaga, la Asociación de Usuarios de la Bicicleta Ruedas Redondas, Comisiones Obreras y la Fundación Rizoma, subsanando posibles carencias que pueda adolecer la propuesta municipal. Pues aporta una alternativa complementaria pro-activa, de iniciativa ciudadana, participativa, plural y pedagógica. La propuesta, de claro componente vecinal, consiste en extender el recinto de la EXPO2027, y utilizar infraestructuras y arquitecturas como el Palacio de Ferias y Congresos, la antigua Tabacalera y el futuro centro ciudadano de la antigua Cárcel Provincial -entre otras-, para hacer las veces de pabellones y albergar exposiciones, conferencias y eventos. Este conjunto, adaptado en el entorno del futuro Bosque Urbano Mediterráneo -centro y ejemplo de buen hacer urbano sostenible-, además mejoraría las condiciones de habitabilidad –culturales, sociales y económicas-, de la vecindad de la Carretera de Cádiz y de Cruz de Humilladero.

La propuesta de Bosque Urbano Málaga no desmerece, ni mucho menos, a la de la ciudad india, elogiada por la concejala. Las instalaciones ante-EXPO que se proponen seguirán con sus funciones en la post-EXPO, porque nace con la reutilización de la ciudad existente; el nuevo bosque urbano es una mejora medioambiental innegable para la ciudad, además de un sumidero de CO2; se descontaminaría de hidrocarburos el suelo y el acuífero contaminados; se democratizarían formas de hacer hasta ahora demasiado jerárquicas... En definitiva, celebrando este evento en el sector occidental menos favorecido de la ciudad de Málaga, habitualmente al margen de los beneficios de las grandes oportunidades, se haría justicia social y medioambiental ¡Qué mejor objetivo para guiar la navegación hacia la candidatura!