Opinión | TRIBUNA

Sergio Cuberos. Presidente de la Cámara de Comercio de Málaga

El futuro es de nuestras pymes y autónomos

El futuro es de nuestras pymes y autónomos

El futuro es de nuestras pymes y autónomos / Sergio Cuberos

Medio año hemos completado ya de este 2021, año para comenzar a salir de la crisis, y con algunos datos interesantes en la mano, nos podemos hacer una idea del próximo futuro, de la evolución de esta crisis y en qué aspectos podemos actuar. En estos momentos, lo que más nos urge es la recuperación e impulso de nuestros motores económicos. Un gran frente abierto, donde cobra una relevancia especial la regeneración del tejido económico y empresarial y la creación de empleo, todo ello, a través de unas adecuadas políticas de prestación de servicios y programas de ayudas a las empresas, pero, en particular, a las pequeñas, medianas y autónomos.

Y es que, las pymes forman la gran estructura vertebradora del tejido empresarial, siendo prácticamente más del 95% del mismo, por eso, hemos de entender que es necesario prestarles una atención muy particular, facilitando al máximo su desarrollo, fomentando su competitividad y, ya de paso, su internacionalización.

Esta crisis ha creado situaciones insostenibles para las empresas, provocando a nivel de todo el país una drástica reducción de la demanda interna. Recordemos que finalizado 2020, el gasto en consumo final de los hogares descendió más de un 12%.

Un reciente estudio realizado por el Consejo General de Economistas y FAEDPYME con la Cámara de Comercio de España, presentado el pasado día 17 de junio, pone en evidencia el nivel de afectación de las pymes españolas como consecuencia de la pandemia de Covid-19, resultando que un 25,2% de estas redujeron el empleo durante 2020 en relación a 2019, un 62,5% lo mantuvo y un 12,3% lo aumentó.

Para 2021, aunque las expectativas parecen más favorables, no se llegan a alcanzar niveles de años anteriores, y tan sólo un 15,4% estima que creará empleo durante este año, el 74,9% lo mantendrá y, por el contrario, un 9,6% lo disminuirá.

Igualmente, los datos identifican una situación donde se confirma que el impacto más negativo lo han sufrido las microempresas, las empresas acogidas a un ERTE/ERE, las de diez años o menos desde su creación y, en cuanto a sectores, las pymes relacionadas con los sectores industrial y de servicios.

Sin embargo, debemos destacar el doble efecto que esta crisis ha tenido en el comercio exterior de las empresas, ya que mientras un 47% indica haber sufrido un efecto negativo en las ventas en el exterior, también es cierto que muchas de nuestras pymes han visto en la internacionalización un factor clave para su supervivencia y se han lanzado a conquistar nuevos mercados.

En el caso concreto de Málaga, las exportaciones han descendido hasta abril un -0,84%, siendo el sector agroalimentario, por volumen, el que tira del carro, incrementando sus exportaciones en un 1,2%, mientras que las bebidas han aumentado un 55,4%, los productos industriales y tecnologías un 17,5%, y, por contra, el apartado de bienes de consumo es el más perjudicado con un descenso del -34,5%.

Ante esta realidad, procesos como la internacionalización y la digitalización son fundamentales para que nuestras pymes los integren en sus estrategias. Debemos ser optimistas y ver un horizonte positivo en todo esto. A nadie escapa que la digitalización ha tomado una gran dimensión y ha entrado de lleno en nuestra actividad diaria y económica, dando un salto cuantitativo y cualitativo de gran magnitud, que de otra forma, posiblemente, hubiera tardado diez o quince años en producirse.

Trenes de modernidad

Precisamente, en la Cámara de Comercio de Málaga estamos, desde un primer momento, luchando para que todos tomemos esos trenes de la digitalización y la internacionalización y que nadie se quede atrás. Las empresas y los productos malagueños tienen un nivel de calidad muy alto para ser competitivos, por eso, es imprescindible impulsar otros factores como la innovación, la marca, la formación permanente, por supuesto la digitalización, la responsabilidad social, etc.

Vuelvo a insistir, en este camino, la Cámara de Málaga ha acompañado a muchas empresas, ayudándolas a incorporar esos factores, así como en la búsqueda de nuevas oportunidades en las que estamos siempre empeñados, como las que ahora se presentan con los fondos Next Generation de la UE, en los que se centrarán muchas ayudas, especialmente en digitalización y tecnología.

Y es que, la transformación digital ya está aquí, no es cosa del futuro, es algo destinado a impulsar pymes y autónomos. Por ello, en ese papel de acompañamiento, la Cámara, en muy pocos días, va a poner en marcha la denominada Oficina Acelera Pyme, en colaboración con la Secretaría de Estado de Comercio y la Cámara de Comercio de España, para facilitar el asesoramiento y la información necesarias para relanzar nuestro tejido empresarial.

Málaga también necesita este cambio, esta transformación, y debe ser a corto y medio plazo, no podemos pensar en un futuro más o menos lejano para recuperar nuestra importancia económica, y en ese contexto, las pequeñas y medianas empresas y autónomos, están llamados a ser la esencia de un nuevo modelo que impulse el tejido productivo, el crecimiento y la generación de empleo.