Opinión | El Palique

Cassá sigue de cachondeo

Juan Cassá

Juan Cassá / L. O.

Escribir sobre Juan Cassá vende. Los artículos sobre Cassá se leen mucho, le dicen a uno. Málaga se divide entre los que se preguntan qué le pasa a Cassá y los que se preguntan qué quiere Cassá. A la hora de redactar estas líneas hasta los más avezados periodistas que siguen la municipalidad pierden la cuenta de cuantas veces ha votado ya este hombre en contra del equipo de Gobierno. Ayer al menos cinco. No es casualidad; es Cassalidad. Es despecho, cabreo, ganas de revalorizarse. Cassá se ha hecho caudillo provincial luego de intentar ser alcalde. Ahora ha fichado por ‘Por Mi Pueblo’, partido integrado por formaciones locales independientes de la provincia. ‘Por mi pueblo’ aspira a sacar muchos concejales y un diputado provincial pero que no sabemos que inspira. A Cassá lo vemos como abanderado de la malagueñidad dando mítines en Carratraca y besando niños en Archidona, comiendo una paella popular en Atajate y ponderando las virtudes de Árchez y Sayalonga. El que vino no sabiendo qué era el Guadalmedina está poniendo en valor lo rica (él incluido) que es la provincia. Cassá es un «NO» con patas. Un «NO» a lo que diga el PP más grande que la catedral. Cassá está a un paso de pedir la independencia de Málaga, Málaga comunidad autónoma, el parlamento en Los Boliches y la sede del Gobierno en Torrox, con el poder judicial en Ronda y en Antequera el Defensor del Pueblo. Cassá en calesa. Cassá es ya un género periodístico, un verdialero, un malaguita, un partido, un pueblo, un adalid blanquiazul, un cenachero con los capachos llenos, un biznaguero que le ofrece jazmines al alcalde para tenerlo encelado, nervioso y sin oficinas en el puerto, ni mayoría absoluta ni tranquilidad. Saca tanto de quicio a todo el mundo que ha hecho que incluso Noelia Losada (Cs) presente una vis ingeniosa. Daniel Pérez (PSOE) por su parte medita los beneficios de las triangulaciones que puedan darse en las votaciones y descarta en conversación telefónica con este cronista que vaya a haber una moción de censura. Nos vamos a divertir, unos más que otros. Él ayer, cinco o seis veces.