Opinión | El contrapunto

El doctor García Verdugo y otros genios

Clínica Buchinger Wilhelmi de Marbella

Clínica Buchinger Wilhelmi de Marbella

Lo confieso. Cada vez que me encuentro frente a las virtudes de la inteligencia en estado puro, la bondad, la eticidad, la brillantez intelectual, la capacidad incansable de trabajo, reunidas en un solo ser humano, doy las gracias a Dios. Pues supongo que ellos son enviados por la Santa Providencia para convertirse en el ejemplo a seguir.

Tengo el inmenso privilegio de conocer muy bien al doctor José Manuel García-Verdugo, el Director Médico de la muy prestigiosa Clínica Buchinger Wilhelmi de Marbella. Fue esta institución una hija - importantísima - de aquellas legendarias clínicas alemanas dedicadas a las ciencias del ayuno terapéutico y la medicina regenerativa. Representan el legado científico que ya aportó el Sanatorio del doctor Otto Buchinger en Witzenhausen, a partir de 1920. Finalmente, en Überlingen, en el lago de Constanza, abrió en 1953 la casa madre actual sus puertas, en las orillas fronterizas del lago. Fruto de la visión y la vocación profesional de unos grandes científicos: entre ellos, el fundador, el doctor Otto Buchinger, su hija doña María o su yerno, don Helmut Wilhelmi. Fue también importante para Marbella y para España el momento en el que la familia Buchinger Wilhelmi decidió en 1973 abrir una nueva sucursal de su gran institución en uno de los lugares más bellos de Andalucía: en Marbella. También fue importante la decisión de nombrar Director Médico de la flamante institución germano-andaluza a un joven y brillantísimo médico español, el doctor José Manuel García-Verdugo.

Es para mí un gratísimo honor el poder reproducir estas palabras dedicadas al doctor García-Verdugo por don Mario Vargas Llosa, nuestro Premio Nobel de Literatura: «Conozco la bella colección de belenes del Dr. García-Verdugo y, a lo largo de los años, la he visto crecer e ir incorporando nuevas piezas procedentes de muchos lugares. Yo mismo he puesto un granito de arena en la diversificación de estas piezas con un belén (o nacimiento, como los llamamos en el Perú), elaborado en un pueblecito de los Andes. Sé que a José Manuel le dará una gran alegría que esta delicada y rica colección de belenes se ponga por unos días al alcance del público gracias al Ayuntamiento de Fuengirola».

«Conozco a José Manuel García-Verdugo y a su esposa Virginia desde hace muchos años: les tengo un gran aprecio porque gracias a ellos he conocido a muchas personas y lugares de esa bella región y siendo esas personas exquisitas y sensibles a todas las manifestaciones del arte y la literatura, he aprendido mucho a su lado. José Manuel, que es un médico destacado, siempre me ha llamado la atención por su curiosidad universal y por el amor que despiertan en él todas las manifestaciones de la belleza artística, en la poesía, en la pintura, en la música, y añadiría en la amistad, que él cultiva con la misma delicadeza y perfección con la que ha reunido estos belenes, a través de los cuales se manifiestan la fe, la artesanía y la devoción de distintas culturas y regiones». Hasta aquí las palabras de don Mario Vargas Llosa. Quien conoció a nuestro doctor gracias a doña Carmen Balcells.

La pasión de nuestro gran doctor por la Navidad y los belenes le venía de su madre, doña Felisa. Por supuesto, sus dotes intelectuales y su gran bagaje cultural le han granjeado el respeto y la amistad incondicional de importantes personalidades que cada año ingresan en la Buchinger para ponerse en sus expertas manos y que han pasado a formar parte de su círculo de amigos más íntimos.

Era don José Manuel hijo de otro legendario profesional de la medicina: el doctor madrileño don Manuel García-Verdugo, «Hijo Adoptivo» y Medalla de Oro de la localidad malagueña de Fuengirola, a cuyos habitantes consagró su vida y su talento, desde 1949, a través de una incansable actividad profesional, tan ejemplar como abnegada. Le recordaremos siempre por su generosa entrega a sus pacientes, sin distinciones. Lo conocían como «el médico de los pobres».

El primer miembro de la ilustre familia de los García-Verdugo que tuve el honor de conocer fue, a principios de la década de los setenta, Paloma García-Verdugo, la hermana de don José Manuel. Fue el alma del mundialmente famoso Club de Tenis de Lew Hoad, en Mijas. Llevaba el nombre del mítico tenista australiano, uno de los más grandes.

Después conocí a su hermano, el ilustre doctor y ahora buen amigo. También a su esposa, doña Virginia Fiestas, una auténtica institución en el mundo de la medicina en Fuengirola, como titular de su espléndida farmacia. En la que también oficia el hijo de ambos, José Manuel, miembro de una tercera generación de ilustres farmacéuticos. Su abuelo materno fue don Manuel Fiestas. A doña Virginia tuvimos un día el honor de entregarle un espléndido libro que había llegado a mis manos, encuadernado por su primo hermano: el diplomático y maestro en el arte de la internacionalidad, don Jorge Fiestas. Al que tuve el honor de conocer entonces, como a don Bernabé Fiestas.

Unos meses después de cumplir sus cuarenta años de servicio a los pacientes de la prestigiosa Clínica marbellí, el próximo 31 de julio del 2021, su Director Médico, el doctor García-Verdugo, se jubila. Una de las más interesantes y polifacéticas personalidades de la ciencia médica de Europa ha decidido comenzar una nueva etapa de su vida. Nunca le agradeceremos bastante todo lo que esta tierra y España le debe. Sobre todo por su ejemplo. Me permito cerrar este texto, con gratitud y un inmenso respeto, con las palabras que figuran en la placa conmemorativa que podemos contemplar hoy en la Clínica Buchinger Wilhelmi de Marbella. Dedicada a don José Manuel García–Verdugo, ese gran hombre. Cuyos múltiples talentos y cuyas virtudes y ejemplo nos ennoblecen a todos.

«En 1981, el Dr. José Manuel García-Verdugo ocupó el cargo de Director Médico de la Clínica Buchinger Wilhelmi Marbella. Durante sus 40 años en este puesto hizo suyo el método del ayuno. Defendió sus esencias, contribuyendo a la par a su desarrollo y su reconocimiento en la sociedad. Agradecemos profundamente su lealtad a esta casa y su dedicación de tantos años. En Marbella, julio 2021».