Opinión | Marcaje en Corto

El sueño de una Balona con liga independiente

Comenzó la Liga en la categoría que sustituye a la antigua Segunda B y, como en Primera o Segunda, no han tardado en llegar las primeras sorpresas. Son muchas las jornadas que restan por delante, con el mercado de fichajes aún abierto y muchas piezas por encajar en cada plantilla, por lo que esto del agosto loco (en términos futbolísticos) no entiende de peldaños, y menos de presupuestos.

Ayer, por ejemplo, el filial madridista adiestrado por Raúl González no tardó en adelantarse en el tanteo sobre el césped del estadio de La Línea de la Concepción. Pero los campogibraltareños no tardaron en remontar, con dos dianas en apenas un cuarto de hora y así le endosaron al Castilla su primera derrota liguera. Ya en la víspera, el Algeciras había también aguado la primera posible victoria al filial del FC Barcelona. No pudieron los blaugranas de pasar de las tablas a uno ante un rival teóricamente inferior.

El Campo de Gibraltar se ha convertido en el bastión del mejor fútbol no profesional (aunque esta nueva Primera de la Federación Española aspira a formar parte de esa elite), con las dos escuadras ya reseñadas. Son orgullo de una comarca lamentablemente acostumbrada a narrar más penas que alegrías. Altas tasas de desempleo, índices mínimos de renta media y una inestabilidad política que en ocasiones ha generado incalculables agujeros económicos.

El pasado julio, por ejemplo, fue precisamente noticia una decisión de la Corporación municipal de La Línea. No sabemos si en ese instante se pensó en qué categoría pasaría a jugar La Balona, de hacerse realidad el objetivo aprobado con mayoría absoluta: convertir al municipio de más de 60.000 habitantes en la tercera ciudad autónoma española.

La medida fue planteada y salió adelante con una justificación contundente, a juicio de quienes la han propuesto. Desean enderezar la tasa de desempleo del 40% que sufre la ciudad, poniendo fin con soberanía propia a la falta de infraestructuras o de industrias. Pero además se quieren atajar los reiterados problemas que se derivan del narcotráfico y, de manera indirecta, intentar jugar en la misma liga económica, con la vecina Gibraltar, considerada a estas alturas del siglo XXI como la tercera economía mundial en base a los depósitos que atesora en sus entidades financieras.

Los dirigentes linenses también observan de cerca cómo Ceuta se beneficia de esa autogestión. Cabe destacar que el partido que gobierna este consistorio es independiente, responde al nombre de La Línea 100x100 y acumula hasta 21 concejales. El PSOE, que mantiene tres actas, se abstuvo ante la iniciativa que salió adelante, mientras que el único edil del PP ni siquiera acudió al pleno.

Estaremos más o menos de acuerdo en la conveniencia o no, en un mundo tan globalizado, de intentar reabrir fronteras que durante siglos ni siquiera existieron. Pero imaginen lo que sienten estos vecinos de Gibraltar cada vez que ven cruzar la frontera a más de 15.000 personas para obtener a diario el pan de cada día que no encuentran en sus municipios.

Futbolísticamente también deben sentir envidia sana cuando jugadores que han vestido la camiseta de La Balona o del Algeciras desde categorías inferiores se convierten de repente en internacionales que, con el escudo gibraltareño, disputan fases de clasificación para los principales torneos por selecciones (aunque ese es otro debate).

No hace tanto también miraban con cierto recelo desde estas ciudades, en el terreno estrictamente deportivo, la lluvia de millones que convertía al Marbella FC en un rival casi insuperable en su sueño hacia la Liga SmartBank. Vino luego esta reestructuración del fútbol modesto. Y ya saben lo que dónde ha terminado el cuadro marbellí. Ahora le toca sacar pecho a La Balona. De momento, como «república no independiente».