Opinión | El copo

Septiembre con 'p'

Como militante de la ‘vieja guardia del 78’ me agrada seguir escribiendo septiembre con ‘p’; y es que si la escabullo ya no me sabe a olores de alcanfor o a la búsqueda, ya a finales de mes, de alguna prenda de abrigo.

Pues sí, queridos amigos y amigas, tampoco voy a escribir la fea @ para unir un conjunto tan dispar como es la mujer en su doble aspecto de femenina o feminista y/o al hombre en su visualización de varón o machista; ya va sobrando lo de patriarcal pues es la tele y sus purgas las que ocupan ese lugar de privilegio en el hogar.

Por aquí abajo -llámese Sur- seguiremos viviendo el calor y ‘las calores’ hasta finales de septiembre con el famoso ‘veranillo del membrillo’ por San Miguel, pero para esa efeméride todo el bronceado en el que usted, mujer u hombre, se miraba complaciente ante el espejo del excusado en el mes de agosto, se habrá diluido de su cuerpo en forma de ‘gusanillos’ que caen y que no podrá impedir por mucho que lo intente.

Emergerá la brisa de levante al doblar la mágica esquina en forma de mujer con aroma de hembra que nos hará olvidar la canícula del maldito agosto, y nos envolverá un escalofrío mágico en el que reconoceremos la estación por excelencia: el otoño, el paraíso de los poetas al andar sobre las hojas caídas del ‘paseo de los Curas’ de la ciudad, Málaga, «que todo lo acoge y todo lo silencia».

No será todavía tiempo de bufandas, pero sí de una prenda de suave abrigo que nos acaricie anta la falta de arrullo humano de aquellos que presumen, y con razón, de su exuberante juventud. Comencemos a soñar, será saludable ante el carajo de futuro que nos espera.