Opinión | MÁLAGA DE UN VISTAZO

Volver

Septiembre es sinónimo de volver a la rutina: Trabajo, estudios, actividades… revuelven las tripas del más pintado, azorándonos porque cesa la relajación en muchos quehaceres para dar paso al martillo pilón que sustenta la vida y así el futuro de indicativo y subjuntivo. En estas fechas, Málaga se ve envuelta en una luz más tenue y hermosa, aunque devuelva una sensación de hastío vital porque se desenvuelven los recuerdos despreocupados del pretérito tiempo estival y con ellos, el de la vuelta al colegio que a muchos nos sigue pesando. Nos están pasando demasiados acontecimientos a nivel mundial, nacional, autonómico y local como para no hablar de las sensaciones de septiembre como ‘vuelta la burra al trigo’ de las que siempre acabamos saliendo airosos tras darle unas vueltas a la cabeza. En mi versión 5.0 me pido alas para salir volando y voltearme hacia La Farola, donde la vista a lontananza me reconforte sin que ningún otro mojón, que haga hito en la historia, se interponga. Pareciera que Málaga estuviera huérfana con unos tutores codiciosos que por desgracia no quieren entender que la naturaleza y su cuidado son lo primero y que los pingües beneficios de un turismo masificado y una indolencia con nuestra cultura, además de la tocada convivencia social, nos van a hacer devolver sangre de las entrañas. Quizá buscan un relevo provocado para que resuelva otro tanto entuerto, pero previamente recolocados, pensionados, o de oposición palmera ante idénticas pifiadas de los que harán lo mismo que los anteriores, en un sempiterno ciclo sin fin. Quiero pensar que volveremos a superar numerosas mentecatadas políticas a todo nivel y unidad territorial, cuya lista no me cabe porque mi espacio vuela. Así que, volveremos a ver numerosas tropelías en el próximo curso, despidiéndome con pueril entretenimiento: Encontrad todos los ‘volver’ y sus ‘derivados’ que hay en este artículo. ¿Cuántos son?